A pesar de la guerra comercial que actualmente libra el presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump, en contra de China y otros aliados comerciales, el país asiático presentó este miércoles sus previsiones de crecimiento para 2025 que continúan en positivo.
De acuerdo con un informe dado a conocer este miércoles por el primer ministro Li Qiang en la sesión de apertura de la Asamblea Popular Nacional, China espera que el Producto Interno Bruto (PIB) se mantenga en 5 % para este año “pese a los vientos en contra”.
El objetivo de crecimiento del PIB fue anunciado el miércoles y refleja los planos del gobierno para intentar estabilizar el crecimiento en tiempos económicos desafiantes, pero sin detenerse en acciones más drásticas para impulsarlo.
“Un entorno externo cada vez más complejo y severo puede ejercer un mayor impacto en China en áreas como el comercio, la ciencia y la tecnología”, dijo Li, leyendo partes del informe a la Asamblea durante casi una hora. “A nivel nacional, la base para la recuperación y el crecimiento económico sostenido de China no es lo suficientemente sólida. La demanda efectiva es débil y el consumo, en particular, es lento”, dijo el Gobierno.
Recientemente, el FMI (Fondo Monetario Internacional) también proyectó que la economía de China crecerá 4,6 % este año, por debajo del 5 % de 2024.
“Con los esfuerzos dedicados de nuestro pueblo en todo el país, podemos superar cualquier dificultad en la búsqueda del desarrollo. El barco gigante de la economía china seguirá surcando las olas y navegando con paso firme hacia el futuro”, afirmó Li en su discurso.
La guerra comercial entre EE. UU. y China
En su nuevo mandato en Estados Unidos, Trump ha venido intensificando sus represalias comerciales no solo contra México y Canadá, sino también contra China, como lo hizo en la primera administración.
EE. UU. ha duplicado los aranceles a todas las importaciones chinas hasta 20 %, además de los impuestos existentes sobre millones de productos chinos. Esto ocurrió apenas días después de que amenazara con endurecer los controles para evitar que la tecnología estadounidense financiara las tecnologías de China.
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Pero China no se ha quedado atrás y respondió también imponiendo aranceles de hasta 15 % a algunos productos estadounidenses, incluidos bienes agrícolas, ampliando los controles de exportación y presentando una queja ante la Organización Mundial del Comercio. También suspendió las importaciones de troncos y soja estadounidenses de tres empresas estadounidenses.
Además, frente al tema tecnológico, en contravía con las sanciones de Estados Unidos, el Gobierno chino destinó un presupuesto de US$54.700 millones para gastos de ciencia y tecnología este año, lo que representó un aumento de 10 % respecto del año pasado.
