El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció una nueva ampliación de los programas sociales creados en el marco de la pandemia del Covid-19, que entregan fondos de manera directa a los ciudadanos para mejorar su liquidez e insertar más pesos a la economía.
El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) universal se extenderá para los meses de octubre y noviembre, debido a que este vencía en septiembre. Esa transacción se paga mes vencido y corresponde a un programa que creó el Gobierno en abril.
El IFE garantiza entradas a todos los grupos familiares que están en el registro nacional de hogares, incluso, envía dinero a los hogares cuyos miembros se encuentran trabajando en el mercado laboral formal. (Ver más de Internacional)
Piñera también anunció la creación del Ingreso Laboral de Emergencia, un subsidio mensual que se paga a los trabajadores que encuentren un empleo formal.
A las mujeres se entregará un 60 % del sueldo, con un monto tope de 250 mil pesos chilenos mensuales; para los hombres, el 50 % del salario, con un máximo de 200 mil pesos chilenos.
Es decir: ese IFE laboral se suma a las remuneraciones de los trabajadores para mejorar sus finanzas. “Estamos creando un poderoso incentivo para crear más y mejores empleos formales”, sentenció el presidente Sebastián Piñera.
Chile ha recuperado un millón de empleos, pero aún necesita crear un millón más de puestos laborales para consolidar la recuperación de la economía, que ha estado impulsada por el avance en la vacunación.
El 82 % de los chilenos mayores de 18 años ya tiene sus dos dosis de alguna de las vacunas contra el Covid-19. El país ya está vacunando a los adolescentes y aplica la tercera dosis (o de refuerzo) a los adultos mayores.
“La red de protección social va a acompañar a las familias chilenas todo el tiempo que sea necesario”, concluyó Piñera. El objetivo del mandatario es consolidar la recuperación de la economía de Chile en lo que queda de su Gobierno.
Esos anuncios se dan horas antes de que el Congreso comience a discutir el cuarto retiro de las aseguradoras de fondos de pensiones (AFP), que permitiría a los chilenos solicitar otro 10 % de sus ahorros para la jubilación. Sin embargo, las empresas han dicho que esto ocasionaría que una parte de los cotizantes se quede sin ahorros pensionales.
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