La cartera de los establecimientos de crédito en Colombia registró un crecimiento real negativo del -4,6 % entre marzo y septiembre de 2024, según el reporte de Estabilidad Financiera del Banco de la República para el segundo semestre del año.
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Si bien la cifra sigue en terreno negativo, la caída fue más lenta frente a lo visto en marzo, cuando registró un -6 %. El banco central explicó que el comportamiento, con corte a septiembre, se debe a las caídas en las modalidades de consumo (30 % del total), que creció -10,2 %, y comercial (pesa 52 %), que creció -3,1 %.
En contraste, la cartera de vivienda contribuyó a la mejora del indicador tras crecer un 1,1 % por primera vez luego de un año de tasas negativas. Entre otras carteras con resultados positivos destaca también la del microcrédito que siguió creciendo, aunque su tendencia se desaceleró.
“Aunque el principal activo de los establecimientos de crédito continuó registrando contracciones reales, en los últimos meses se ha visto un ritmo de caída más lento respecto a marzo de 2024”, destacó el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, quien atribuyó este comportamiento a un contexto de menor asunción de riesgos y una leve recuperación en los desembolsos.
De hecho, la perspectiva es que esta dinámica continúe de manera que el crecimiento de la cartera total alcance tasas positivas a mediados de 2025, de acuerdo con Carlos Quicazán, director de Estabilidad Financiera del Banco de la República, basado en las estadísticas de desembolsos, la reducción de las tasas de interés y la encuesta que hacen sobre situación del crédito.
Villar también se refirió a las encuestas del Emisor que muestran señales de mayor demanda de crédito, en especial en el segmento de vivienda, las cuales coinciden con el crecimiento de la economía, que este año podría llegar al 1,9 % y el próximo al 2,9 %, según las proyecciones del equipo técnico.
Comportamiento de la deuda en Colombia
El reporte de Estabilidad Financiera del Banco de la República, que da cuenta del desempeño del sistema financiero y sus principales deudores, también da cuenta de una ligera mejora en cartera con mora mayor a 30 días sobre la total, que disminuyó del 5,8 % al 5,7 %.
El director de Estabilidad Financiera explicó que la reducción se debe a la corrección en el comportamiento de los créditos de consumo, pues la cartera comercial y de vivienda mostró ligeros incrementos y el microcrédito sigue por encima del promedio de los últimos años, aunque frena la tendencia creciente desde mediados de 2022.
Leonardo Villar reconoció que la calidad de cartera muestra altos niveles de morosidad frente al promedio de los últimos cinco años, pero destacó mejoras respecto a los indicadores a inicios de este año, principalmente por cuenta de los créditos de consumo, en contraste con los deterioros en el segmento de comercio, industria y construcción.
También subrayó que los establecimientos de crédito mantuvieron un nivel de provisiones que cubre su cartera vencida y reportó que los indicadores de solvencia y liquidez son adecuados y se ubican por encima de los mínimos regulatorios (IRL en 200 % y CEFEN en 115,6 %), lo que es una muestra de resiliencia para enfrentar eventuales necesidades.
Por otra parte, las inversiones de los establecimientos de crédito muestran incrementos en un entorno de valorizaciones de títulos de deuda pública local, aunque se revirtieron parcialmente desde septiembre. Y aunque la rentabilidad fue inferior al promedio de los último cinco años, aumentó en el tercer trimestre del año respecto a los dos primeros trimestres y se seguirá recuperando, según Villar, a medida que se eleve la demanda de crédito.
Finalmente, para el caso de las instituciones no bancarias (fiduciarias, comisionistas de bolsa, aseguradoras, administradoras de fondos de pensiones, etc.) los activos continuaron creciendo y la rentabilidad se mantuvo estable y positiva luego de que el portafolio de terceros creciera por encima de su promedio histórico, en particular por las mayores inversiones en TES.
“El Banco de la República continuará monitoreando de cerca el panorama de estabilidad financiera en esa coyuntura y tomará las decisiones necesarias para garantizar el adecuado funcionamiento de la economía, facilitar los flujos sostenibles de recursos suficientes de crédito y liquidez y promover el buen funcionamiento del sistema de pagos”, concluyó Villar durante la presentación del informe.
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