Tanto para el cierre de 2024 como para todo 2025, el centro de estudios económicos ANIF prevé una importante recuperación en todas las modalidades de cartera de crédito, principalmente en vivienda y consumo.
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En el caso de la vivienda, ANIF estima que terminaría 2025 con un crecimiento anual del 2,6 %, la cifra más alta en dos años. La cartera de consumo, por su parte, presentaría un incremento sustancial este año (superior al 2 %), aunque cierre 2024 con tasas negativas de crecimiento, eso sí, cada vez menores, lo que da cuenta de una contracción más lenta.
El más reciente informe de proyecciones económicas de ANIF explica que la mejora estaría impulsada por las menores tasas de interés, que tienden a favorecer el desempeño de sectores como el de vivienda, y por el crecimiento de la economía, que debería jalonar el gasto.
En ello coincide la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), que destacó como fundamental la transmisión de los recortes en la tasa de política monetaria hacia las tasas de mercado percibidas por los usuarios, en un cuestionario enviado a Valora Analitik.
“Las iniciativas de las entidades financieras para reducir las tasas de interés en productos de uso masivo, como las tarjetas de crédito, o en productos clave para el bienestar, como los créditos de vivienda, han desempeñado un papel relevante en el ciclo crediticio actual”, destacó el gremio.
Estos ajustes implementados por los bancos de forma autónoma han llevado a algunos analistas a hablar de una guerra de tasas de interés. Asobancaria destacó en sus respuestas a Valora Analitik que este fenómeno ha beneficiado los créditos en todas las modalidades incluso antes de los recortes llevados a cabo por el Banco de la República, desde marzo de 2023.
“Mientras que la tasa de política monetaria ha disminuido más de 300 puntos básicos desde el inicio del ciclo bajista, la dinámica de los mecanismos de transmisión, sumado a los esfuerzos del sector para reducir las tasas de los créditos, han permitido que las reducciones acumuladas en las tasas hasta octubre de 2024 alcancen 869 puntos básicos en el caso de los créditos de consumo, 602 puntos básicos en los créditos comerciales, 635 puntos básicos en los créditos para vivienda y 1.584 puntos básicos en las tarjetas de crédito”, destacó la asociación.
Respecto al crecimiento económico, un Producto Interno Bruto (PIB) con una variación superior al 3 % impulsará la demanda de crédito de hogares y empresas, de la mano de una carga financiera más holgada, según el gremio. En consecuencia, esto permitirá que las exigencias de las entidades a la hora de otorgar financiamiento disminuyan.
Según Asobancaria, para dinamizar el sector también sería clave el aporte del Pacto por el Crédito, un acuerdo entre el Gobierno y el sector privado para impulsar la reactivación económica mediante la colocación de $248,6 billones en créditos ($55 billones más que en los últimos 18 meses).
“Esta reactivación estará respaldada por una gestión prudente del riesgo, alineada con los esfuerzos por preservar la estabilidad financiera del país”, destacó la asociación.
En su análisis, ANIF menciona también como un factor favorable en la recuperación el contexto financiero externo, específicamente la reducción de las tasas de interés de política monetaria por parte de la Reserva Federal de EE. UU. y el Banco Central Europeo.
“La recuperación del crédito en todas las modalidades parece estar en línea con las nuevas perspectivas globales, como la flexibilización del crédito externo, y las menores tasas de interés domésticas previstas para los próximos dos años”, concluyó ANIF.
De hecho, esperan que esto de confianza al Banco de la República para continuar su senda de reducción de tasas de interés, quizás a un mayor ritmo.
¿Qué se espera en otras modalidades de crédito?
Las perspectivas de ANIF anticipan que la cartera comercial lograría registrar crecimientos positivos al cierre de 2024 y continuar en la senda ascendente hacia 2025. La modalidad de microcrédito, por su parte, se desaceleraría ligeramente hacia final de 2024, pero registraría un crecimiento cercano al 2 % en 2025.
Asobancaria, por su parte, espera que todas las modalidades continúen con una tendencia favorable, de forma que la cartera cierre este año con un incremento real del 3,3 %, aunque segmentos como el de consumo tardaría más en volver a terreno positivo y crecería 2,5 % en 2025.
Para el caso de la cartera comercial, el segmento más representativo, esperan un crecimiento que llegaría al 3,4 % en 2025. Por último, las carteras de microcrédito y vivienda, que han registrado un mejor desempeño en los últimos meses, crecerían en 2025 un 7,6 % y 3,6 %, respectivamente.
