
Colombia no ha contado con una política clara que incremente la competitividad de la industria minera: ahora, cuando el sector enfrenta mayores costos logísticos y precios internacionales más bajos, la necesidad de esta política es aún más urgente, así lo expresó la Asociación de Minería (ACM) haciendo énfasis en el carbón colombiano.
Para el gremio, se necesita que la política integral de competitividad minera contemple una estrategia fiscal que revise las recientes cargas tributarias, como el nuevo impuesto a las exportaciones, analice y busque reducir los costos logísticos, promueva un diálogo continuo con las comunidades y atienda de manera efectiva los desafíos de seguridad y control territorial.
“El principal problema es que Colombia carece de una política pública que respalde de manera real la competitividad del sector minero. El Gobierno Nacional, debe reconocer el valor estratégico del carbón y actuar consecuentemente, fomentando una política que incentive la inversión, reduzca las barreras logísticas y tributarias, y fortalezca la seguridad y el diálogo con las comunidades”, afirmó Juan Camilo Nariño, presidente de la ACM.
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En línea con información de la Asociación, el sector enfrenta grandes desafíos logísticos, especialmente relacionados con los altos costos de fletes marítimos hacia los mercados asiáticos, según la más reciente publicación de Platss – S&P Global en su Coal Trader International, el flete al Noreste de Asia es 72 % superior en comparación con el del Noroeste de Europa.
A su vez, estos mercados asiáticos cuentan con precios menores en comparación con los de Europa, lo que reduce aún más los márgenes operativos del mineral.
A esto se le deben sumar condiciones locales y de seguridad que desencadenan en bloqueos y afectan directamente las finanzas de las operaciones mineras, encareciendo su producción, sin que ello se refleje en los precios internacionales de venta de carbón.
Según la Agencia Internacional de Energía, la demanda global de carbón continúa en ascenso. En 2024, el consumo alcanzó un máximo histórico de 8.771 millones de toneladas y se proyecta que siga aumentando, llegando a 8.873 millones de toneladas en 2027.
Este crecimiento se concentra principalmente en los mercados asiáticos, donde Colombia tiene una participación significativa que debe proteger y fortalecer, para no perder espacio en este mercado.
“La discusión, debe centrarse en como la minería gana competitividad y cómo las decisiones del Gobierno afectan estructuralmente al sector. Ante esta coyuntura, se requiere de un trabajo conjunto entre el Gobierno Nacional y la industria, para lograr que en el corto plazo se generen políticas públicas que promuevan la competitividad y que impulsen al sector como lo que realmente es: un motor clave para el desarrollo regional y para la estabilidad económica del país”, concluyó Nariño.
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La ACM destacó que, durante los últimos cinco años, la industria del carbón ha aportado cerca de $40 billones en Colombia en impuestos y regalías, generando más de 50.000 empleos directos y 250.000 indirectos.
Además, moviliza más de $8 billones anuales en compras de bienes y servicios locales, contribuyendo significativamente al desarrollo regional, señaló el gremio.