
El aeropuerto de Heathrow, en Londres, uno de los más transitados a nivel mundial, y que albergó cerca de 83,9 millones de pasajeros en 2024, tuvo que cesar sus operaciones este viernes 21 de marzo, debido a un incendio originado, al parecer, por un cortocircuito en sus cercanías.
Como consecuencia, la logística del aeropuerto se vio afectada y los vuelos fueron cancelados temporalmente mientras se controlaban las llamas, que impedían el tránsito normal de los aviones.
A través de un comunicado, las autoridades informaron que el aeropuerto permanecerá cerrado hasta la medianoche del 21 de marzo, con el objetivo de garantizar la seguridad de pasajeros y colaboradores. Asimismo, exhortaron a los viajeros a evitar el ingreso hasta que la situación esté completamente bajo control.
Situación actual en Heathrow
Cerca de diez camiones del Cuerpo de Bomberos de Londres llegaron al aeropuerto como respuesta inmediata a la emergencia. Aproximadamente 70 bomberos trabajan para contener el fuego en la subestación eléctrica de Hayes. Además, más de 100 personas fueron evacuadas y se estableció un cordón de seguridad de 200 metros en la zona afectada.
El Cuerpo de Bomberos continúa con las labores de extinción de manera ininterrumpida. No obstante, las causas exactas del incendio aún se desconocen y siguen bajo investigación. Mientras tanto, imágenes difundidas en redes sociales muestran la magnitud de la emergencia.
Con un flujo promedio de 250.000 pasajeros diarios y alrededor de 1.300 vuelos operados por diversas aerolíneas, la suspensión de actividades ha provocado cancelaciones y desvíos de múltiples vuelos. Según FlightRadar24, más de 1.350 vuelos programados para el viernes han resultado afectados, mientras que al menos 120 vuelos en ruta tuvieron que modificar su itinerario.
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Geoffrey Thomas, analista de aviación citado por CNN, explicó que la reubicación de vuelos representa un desafío considerable. Aunque algunos vuelos nacionales pueden regresar a sus aeropuertos de origen, los de larga distancia enfrentan mayores complicaciones.
Si bien aeropuertos alternativos como Gatwick y Stansted pueden absorber parte del tráfico desviado, su capacidad es limitada, lo que ha obligado a redirigir vuelos a destinos más lejanos, como Edimburgo o Glasgow.
Expertos del sector, mencionados por este medio, han manifestado su preocupación por la falta de un sistema de energía de emergencia que mitigue los efectos de un apagón de esta magnitud. Las autoridades enfrentan ahora el reto de restablecer la operatividad de Heathrow y abordar las crecientes inquietudes sobre la resiliencia del aeropuerto ante este tipo de eventos.