El rol del leasing en cualquier economía dista solo de ser un mecanismo de financiación o de un simple facilitador de activos productivos, incluso, su efecto es doble ya que llega a ser un aliado para aumentar la productividad y competitividad en términos macro y microeconómicos al estar enfocado en proveer activos de capital a las empresas de cualquier tamaño y sector productivo, así lo precisó la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) en su más reciente informe Leasing: un instrumento para la financiación y recuperación de las pymes en época de crisis.
De acuerdo con la entidad, esta modalidad de financiación también incentiva la modernización de máquinas y equipos industriales, ya que no implica un desembolso elevado de recursos, pues las entidades financieras son las llamadas a estructurar operaciones en las que se hacen responsables de comprar, importar y legalizar los activos para ponerlos en manos de los locatarios.
Estos aspectos son importantes para las pequeñas y medianas empresas (pymes), pues son empresas que al estar consolidándose y posicionándose en su mercado, requieren de una cuidadosa planeación comercial y financiera.
A partir del Decreto 417 del 17 de marzo de 2020, con el cual se declaró el Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica en todo el territorio nacional, diversas ramas de la actividad productiva se vieron en la obligación de cesar su actividad, llevándolas no solo a solicitar alivios financieros en materia de prórrogas, periodos de gracia y reestructuración de deuda, sino también a requerir liquidez para solventar compromisos económicos, como pagos de nómina, pagos a proveedores, entre otros.
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Según Asobancaria, así como la mayoría de los sectores productivos de la economía colombiana, la industria de leasing no ha sido ajena a los efectos generados por la llegada de la pandemia del Covid-19 al país. De hecho, el sector financiero ha sido el encargado de irrigar la mayor cantidad de recursos que ha dispuesto el Gobierno Nacional en la economía, con el fin de sostener y aliviar el músculo productivo colombiano que se vio frenado casi en su totalidad desde finales de marzo del año en curso.
Así las cosas, ante el escenario económico incierto que enfrentará el mundo en lo que resta de 2020 y parte de 2021, por cuenta del brote de Covid-19, será crucial que las empresas colombianas, sobre todo las MiPymes, que generan aproximadamente el 40 % del Producto Interno Bruto y el 81 % de los empleos formales del país, cuenten con instrumentos financieros como el leasing, que les permitan ajustar a su tamaño la nueva estructura de costos y gastos, según lo recomienda el gremio de los bancos en Colombia.
De acuerdo con el informe, este mecanismo les ayudará a este tipo de empresas a tener una productividad que les permita determinar la eficiencia en el uso de los recursos y garantizar su solvencia necesaria en tiempos de crisis y de recuperación económica.
Cabe recordar que, a inicios del aislamiento obligatorio, que fue ordenado por la Presidencia de la República de Colombia, se gestaron una serie de alivios y soluciones a las crecientes dudas y obligaciones que tenía parte de la población colombiana, es por eso que uno de ellos permitió la expedición de las circulares 007, 008 y 014 de 2020 por parte de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC).
Bajo estas reglamentaciones, el sector financiero tomó medidas y otorgó opciones a sus deudores para mitigar los efectos derivados de la coyuntura. Es así como en el marco de estas disposiciones de la SFC, la industria del leasing se encargó de pactar con sus clientes algunos alivios. Estas medidas incluyeron aumento en plazos de operaciones y periodos de gracia.
Puntualmente, hacia marzo de 2020 el Informe Trimestral del Mercado de Leasing evidenció que este instrumento financiero mantuvo un crecimiento cercano a 4,0 % real anual y alcanzó una cartera total (incluyendo anticipos) equivalente a 10,9 %, o sea unos $55,18 billones, de la cartera de todo el sector financiero: de la cual el 56,8 % estuvo concentrada en leasing financiero (con un crecimiento de 0,6 % real anual), el 38,1 % en leasing habitacional (con un crecimiento de 9,7 % real anual), y el 5,2 % restante en arrendamiento operativo.
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Por otro lado, en marzo de este año, la cartera de leasing financiero y operativo ascendió a $32,47 billones y se distribuyó principalmente en inmuebles (58,9 %), maquinaria y equipos industriales (22,4 %) y vehículos (15,3 %).
Por su parte, la cartera de leasing financiero comercial en este mismo periodo se concentró en pymes con un porcentaje de 36,5 % o unos $10,34 billones; en el segmento corporativo correspondió al 30,5 % o $8,65 billones y empresarial a 19,5 % o $5,59 billones.
Ahora bien, de acuerdo con el informe de Asobancaria, tras la coyuntura, al primero de julio de 2020 ya se habían otorgado alivios a más de 42.500 operaciones de leasing financiero comercial, concentradas en casi 25.300 clientes, cuyo capital adeudado sumó $18,68 billones. Lo que llevó a deducir que los alivios dados a esa fecha alcanzaron aproximadamente de 52,8 % de esta cartera, un 50,5 % del número de obligaciones y 48,8 % de los clientes.
En detalle, y de acuerdo con cifras reportadas a Asobancaria, a mayo de 2020 el saldo adeudado de los alivios otorgados en operaciones de leasing financiero comercial presentó una distribución acorde al tipo de activo, empresa y sector productivo. Frente al primero (tipo de activo), el gremio destacó que no se observaron cambios significativos entre la participación porcentual de cada activo en el monto total de cartera de leasing financiero y dicha participación en la cartera a la que se le otorgó alivios, pues en este caso los alivios fueron para inmuebles (70,4 %), maquinaria y equipo (15,4 %) y vehículos (12,8%).
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En lo que respecta a tipos de empresa, los alivios se concentraron en operaciones con pymes (35,1%), segmento corporativo (34,7%) y empresarial (27,8%), distribución que también sigue la participación de cada tipo de empresa en la cartera total de leasing, aunque con porcentajes más altos para el segmento corporativo y empresarial
Por tipo de sectores productivos, Asobancaria encontró que la mayor cantidad del capital adeudado de las operaciones de leasing financiero comercial a las que el sector otorgó alivios estuvo distribuida en construcción (14,5 %), transporte terrestre (8,9 %), salud (4,7 %), agricultura (4,6 %), químico farmacéutico (1,6 %), educación (1,2 %), productos alimenticios (0,8 %), información y comunicaciones (0,6 %) y resto (63,0 %).
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