Tras seis días atravesado en uno de los tramos más angostos del Canal de Suez, el buque de bandera panameña Ever Given ha sido reflotado parcialmente, a la espera de unas nuevas maniobras en las próximas horas que podrían allanar el camino a la reapertura de la navegación marítima.
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«El buque portacontenedores panameño Ever Given ha comenzado a ser reflotado con éxito después de que respondiera a las últimas maniobras de remolque», ha declarado este lunes el presidente de la Autoridad del Canal de Suez, el general Osama Rabie.
El barco, atravesado diagonalmente en el canal desde el pasado martes, ha modificado su rumbo un 80%, con la popa alejándose de la costa unos 102 metros, frente a los cuatro metros iniciales gracias al empuje de una decena de remolcadores aprovechando la marea alta.
Según las autoridades, la navegación por el Canal podría restablecerse una vez que el buque –de 400 metros de eslora y 220.000 toneladas- sea reflotado y conducido hasta el Gran Lago Amargo, donde será sometido a un examen técnico.
Las imágenes por satélite confirman el primer avance cosechado en una semana. La proa, sin embargo, sigue atascada en la arena arcillosa en una de las orillas del Canal. Shoei Kisen Kaisha Ltd., la compañía japonesa propietaria del Ever Given, admite que el fondo de la embarcación aún toca el lecho del Canal. Se trata de la principal razón por la que los implicados en el rescate exigen cautela.
El mayor reto sigue siendo lograr encauzar el rumbo de este buque sin modificar su carga. Este domingo Egipto dio la orden de preparar los equipos necesarios, entre ellos una grúa, en caso de que sea necesario retirar cientos de contenedores del barco para aligerar su peso. Es la opción menos deseada porque supondría prolongar durante días o semanas el bloqueo de la ruta más corta entre Europa y Asia cuyo cierre causa al país árabe pérdidas diarias que rondan entre los US$12 y los US$14 millones.
El cierre de una vía marítima por la que cruza el 10% del comercio global, vital para el transporte de petróleo y gas desde Oriente Próximo hacia Europa y Asia, ha dejado a cerca de 400 barcos atrapados en el Canal o sus inmediaciones y ha obligado en los últimos días a las compañías de transporte a redirigir sus embarcaciones hacia la costa sur de África, una alternativa que añade dos semanas de demora y cientos de miles de dólares en combustible.
La interrupción ha retenido diariamente US$9.000 millones del comercio mundial en una coyuntura marcada por unas cadenas de distribución ya de por sí debilitadas por la propagación de la Covid-19, entre temores de desabastecimiento y aumento de los costes para los consumidores.
Si se cumplen las previsiones más optimistas y el Ever Given deja expedito el camino, el monumental atasco de barcos que ha provocado necesitaría al menos 10 días en ser solventado, según empresas del sector.
(Con información de El País)
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