Un reciente análisis de aprobación presidencial y gubernamental realizado por Atlas Intel en colaboración con Bloomberg revela importantes tendencias en la percepción pública hacia los presidentes y sus administraciones en cinco de las principales economías de América Latina.
Así, los presidentes de Argentina, Chile y Colombia enfrentan índices de desaprobación más altos que sus niveles de apoyo. Javier Milei, en Argentina, cuenta con un 43 % de aprobación frente a un 51 % de desaprobación; Gabriel Boric, en Chile, tiene solo un 39 % de aprobación, mientras que su desaprobación alcanza el 53 %. En Colombia, Gustavo Petro experimenta un escenario similar, con un 40 % de apoyo y un 51 % de desaprobación.
Imagen: Atlas Intel
En el panorama de aprobación presidencial, los presidentes de México y Brasil sobresalen como los únicos con un apoyo mayoritario. Claudia Sheinbaum, quien recientemente asumió la presidencia en México, disfruta de una aprobación del 67 %, beneficiándose del legado positivo de su predecesor AMLO y manteniendo una de las tasas de desaprobación más bajas de la región, con solo el 23 %. Luis Inácio Lula da Silva en Brasil sigue en segundo lugar, alcanzando un 51 % de aprobación, mientras que un 46 % de los brasileños manifiesta su desaprobación.
Valoración de gobiernos en general
Al analizar la percepción de los gobiernos en general, se destaca que, una vez más, México es el único país con una evaluación positiva generalizada.
La administración de Sheinbaum es valorada positivamente por el 57 % de los ciudadanos, mientras que solo el 20 % la califica como pobre o muy pobre. Esto contrasta con el panorama en Argentina, Brasil, Chile y Colombia, donde las calificaciones negativas superan a las positivas.
En Argentina, el 49 % de la población tiene una percepción desfavorable del gobierno; en Brasil, el 40 % califica negativamente a la administración de Lula; mientras que en Chile y Colombia, la percepción negativa alcanza el 44 % y el 48 %, respectivamente.
Este patrón de desaprobación hacia los gobiernos refleja un clima de desconfianza generalizada y fatiga pública en América Latina, donde la ciudadanía parece tener dificultades para entusiasmarse con las iniciativas del ejecutivo.
La alineación entre la desaprobación de los líderes y la percepción negativa hacia sus gobiernos podría estar influenciada por el descontento hacia intentos previos de reformas como en Chile o Colombia, y una percepción de continuidad sin cambios significativos en los problemas sociales de fondo.
México, sin embargo, destaca como la excepción a esta tendencia regional, mostrando un ambiente más favorable hacia el liderazgo de Sheinbaum y sus propuestas de gobierno, una rareza en el contexto de la región.
La siguiente es la metodología de Atlas Intel:
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