La inflación se mantiene cerca al objetivo anual en Colombia, afirmaron los economistas de BNP Paribas para Latinoamérica, Marcelo Carvalho y Luiz Eduardo Peixoto. Pronostican que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicará en 3,14 % anual, con una variación de 0,23 %.
“Una desaceleración en los bienes no transables (esperada en 4,5 % anual) y un precio negativo de los alimentos debería mantener el IPC bajo, a pesar de la presión al alza causada, principalmente, por el 1,1 % de ajuste mensual en los precios de la gasolina”, precisaron.
Esperaban un recorte adicional de 25 puntos básicos en la tasa de interés del Banco de la República en junio, si había una caída sorpresiva en la inflación, que no se presentó.
Lo anterior, a pesar de que el gerente general del emisor, Juan José Echavarría, afirmo que veía muy pocas posibilidades para generar un recorte adicional en la tasa.
Los analistas señalaron que los resultados del PIB para el primer trimestre recordaron que la industria manufacturera es uno de los puntos débiles de la economía nacional.
Por otro lado, resaltan como positiva la entrada de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), destacando el buen trabajo local en el desarrollo de transparencia, integración y gobernanza.
“Desde nuestra perspectiva, el sello de aprobación recibido por Colombia podría apalancar la inversión y el comercio a largo plazo (…) Recibirá apoyo para realizar reformas relevantes y mejorar en el desarrollo de políticas públicas. Podría pagar cerca de 11 millones de euros por año para estar en la Ocde”, comentaron.
Brasil, Argentina y Perú podrían unirse a la Ocde en los próximos años.
Otro de los beneficios del ingreso al club de buenas prácticas es la liberalización de flujos.
La demanda para armonizar los códigos de impuestos e intercambios hace que la Inversión Extranjera Directa (IED) circule con mayor libertad, de una manera más fácil y transparente.
Así mismo, es un Foro para que los gobiernos cooperen y ser miembro de la Ocde requiere una serie de pautas y certificaciones sobre las reglas comerciales y de confidencialidad.
“Esto podría estimular el flujo de inversión a mediano plazo, como resultado de una mayor garantía por parte del Estado de Derecho. Para Colombia, esto podría ser un gran beneficio, debido al aun limitado acceso a los circuitos de comercio global”, finalizaron.
