Luis Eduardo Peixoto, economista para mercados emergentes en BNP Paribas, se refirió al comportamiento de la inflación para las economías en vías de desarrollo.
Empieza por explicar el informe que los elevados precios de los productos básicos de consumo se convierten en una fuente de inestabilidad política en los mercados emergentes.
Esto acompañado de un escenario en el que se agrava la caída de los ingresos disponibles y el aumento de la desigualdad.
Las perspectivas dan cuenta de que, en los próximos meses, sea probable que la inflación de los mercados emergentes se recupere, impulsados por un aumento en el costo de los productos básicos de consumo.
“Creemos que la inflación de los alimentos presenta riesgos particulares para América Latina, que se incrementan por los ciclos electorales y las limitaciones del gasto público”, dice el análisis.
Perspectivas inflacionarias
Al hacer la lupa de acuerdo a la posición geográfica, en Europa Central y Oriente Medio se ve que hay vulnerabilidades similares a la inflación de los alimentos, “pero creemos que la potencia fiscal aliviará el descontento en la mayoría de los países”, explica Pixoto.
En cambio, Sudáfrica podría ser el país más afectado a cuenta de una menor llegada de cereales de Rusia y Ucrania, por la guerra que se desató en febrero.
Finalmente, explica el análisis que la inflación en Asia puede verse amortiguada por los precios del arroz “que son más moderados y por mayores subsidios. Sin embargo, esta región es la que gasta un mayor porcentaje de sus ingresos en alimentos”, concluye el análisis.
Según estimaciones del análisis, se prevé una tasa de inflación agregada de los alimentos en los mercados cercano al 10 % anual en el primer trimestre, lo que sería un 12,5 % en los últimos 12 meses disponibles.