El gobierno de Estados Unidos comenzará los procedimientos administrativos de la nueva política migratoria para recibir a los migrantes que esperan llegar a ese país.
En una primera etapa la Casa Blanca se centrará en los desplazados centroamericanos que están en la frontera o que han pedido asilo desde sus naciones.
Esto significa que las gestiones se centrarán en terminar de procesar a las personas que tienen MPP (Protocolos de Protección a Migrantes, por sus siglas en inglés) en curso.
Esta población corresponde a la que ya había pedido asilo en Estados Unidos desde la administración de Donald Trump y que están esperando en la frontera o en naciones centroamericanas.
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La Embajadora Roberta S. Jacobson, asistente especial del presidente Joe Biden y coordinadora para la Frontera Sur, indicó que esa determinación hace parte del compromiso de la Casa Blanca de crear una política migratoria “segura, ordenada y humana”.
Explica que Estados Unidos quiere ofrecer la posibilidad de solicitar asilo, tener un proceso legal y asignar una hora y un lugar específico para cruzar la frontera.
Para este fin, la Casa Blanca trabajará con organizaciones internacionales y ONG de México y Estados Unidos para asegurarse de atender los 25 mil casos de MPP que están pendientes.
La decisión de a quiénes procesar primero se centrará en la condición de vulnerabilidad de las personas (por salud, violencia o amenaza) y el tiempo que estas lleven esperando que se resuelva su requerimiento.
Priorizarán, también, a los migrantes que están en el campamento de Matamoros. Sin embargo, este nuevo ajuste al sistema de migración que está en construcción no significa que el paso ya esté habilitado.
Por ese motivo, la coordinadora para la Frontera Sur pidió a los desplazados internacionales que “no escuchen a los traficantes y criminales que dicen que la frontera está abierta porque no es así”.
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En los próximos días la Casa Blanca dará a conocer una página web en la que los migrantes podrán consultar si están en lista para entrar al nuevo programa de migración y optar por una fecha de ingreso al país, conforme con la nueva política migratoria.
Las gestiones comenzarán con quienes ya están inscritos en la plataforma de MPP, es decir, los que tienen casos pendientes. Aquellos que no han ingresado a ese programa deberán esperar los nuevos anuncios del gobierno.
“Estamos hablando de semanas o meses para procesar a estas personas. Si llega mucha gente, las condiciones se van a deteriorar y no podremos atenderlos hasta diligenciar a los que ya tenían MPP”, expresó Roberta S. Jacobson.
La administración de Joe Biden quiere que el nuevo sistema migratorio sea más rápido, pero esto depende de la implementación de una reforma migratoria profunda.
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Biden llegó a la Casa Blanca con la promesa de tener mano amiga con la migración. Los ajustes en los Protocolos de Protección a Migrantes y el anuncio de la nacionalización de 11 millones de indocumentados hacen parte de ese nuevo discurso.
A mediano plazo el objetivo es procesar a 300 migrantes al día en cada uno de los principales puestos de entrada al país. Se espera que esos ingresos se habiliten a partir del 19 de febrero.
El programa Protocolos de Protección a Migrantes fue creado por Trump. Pero, en lugar de facilitar la entrada a Estados Unidos, envió a otros países a más de 60 mil personas, especialmente a México y Guatemala, el tercer país seguro.
Incluso, a comienzos de febrero Biden suspendió los acuerdos de “tercer país seguro” con Centroamérica. Pero, como lo confirmó su secretario de Estado Antony Blinken, “esto no significa que la frontera esté abierta”.
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