La polémica salida y el regreso de Armando Benedetti al Gobierno de Gustavo Petro, tras afirmar que poseía información que podría perjudicar al presidente, sembró muchas preguntas.
A Benedetti se le atribuyeron unos audios comprometidos en los que mantiene una conversación con Laura Sarabia, actual directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, sobre una suma de dinero que desapareció de la casa de la funcionaria.
El presunto robo se le atribuyó a la niñera que le prestaba servicio a Sarabia, Marelbys Mesa, quien tiempo atrás trabajó para Benedetti.
En su defensa, el ahora embajador ante la FAO, explicó en W Radio: “Los audios no son una declaración oficial, ni una entrevista; son una conversación privada. Se oyen mal porque soy vulgar al hablar. Pido disculpas por la cantidad de groserías que usé”, admitió.
El embajador también mencionó: “Marelbys trabajó conmigo durante cinco años, pero dejó de hacerlo por un malentendido con Adelina (su esposa). Luego, Laura me preguntó si podía contratarla, a lo que respondí que no había problema, pero aclaro que nunca la recomendé”.
Benedetti insistió en que los audios fueron producto de una “rabieta” momentánea. “Una conversación se da entre dos personas, y si solo se escucha el audio de una parte, sin la retroalimentación, no se puede tomar lo dicho como la verdad absoluta”, señaló.
Por último, reiteró su desaprobación sobre la difusión de los audios: “Una cosa es entregar unos videos y otra muy distinta es autorizar su publicación. Nunca estuve de acuerdo con que se hicieran públicos”.
«Petro no tiene nada que esconder»: Benedetti.
En cuanto al presidente Petro, Benedetti fue enfático: “El presidente no tiene nada que ocultar. Esos $15.000 millones de los que hablé fueron una exageración en un momento de rabia, como siempre lo he sostenido. La rabia es algo visceral, no afecta la capacidad de análisis”.
También destacó que él no tuvo ninguna participación en la gestión financiera de la campaña presidencial de Gustavo Petro, la cual ahora está siendo investigada por presuntamente exceder los topes.
“Confío en el proceso que hizo como gerente de la campaña (Ricardo Roa), pero no tuve absolutamente nada que ver con los $15.000 millones, ni con dinero del narcotráfico. Nunca he tenido contacto con ningún narcotraficante”, afirmó tajantemente.
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Benedetti admitió: “Estuve en la campaña porque quería algo, no lo niego. Me hubiera encantado obtener un ministerio, pero las circunstancias no se dieron”.
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