Este jueves la Junta de Gobierno del Banco Central de México (Banxico) decidió incrementar en 50 puntos básicos la tasa de interés interbancaria a un día a un nivel de 6,5%, la cual empezará a regir a partir del 25 de marzo de 2022. Lea más en Noticias Económicas Internacionales.
El emisor explicó que decidió subir los tipos entendiendo el contexto geopolítico que vive el mundo en la actualidad debido a la invasión que adelanta el presidente ruso, Vladimir Putin, en Ucrania, la moderación de la actividad económica, las fuertes alzas en la inflación, el fortalecimiento del dólar, el alza en la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos presionada por el efecto inflacionario, entre otros factores.
“En los mercados financieros nacionales, el tipo de cambio se apreció ligeramente, si bien mostró algunos episodios de volatilidad, y las tasas de interés aumentaron en línea con lo observado a nivel global. Los indicadores disponibles sugieren que la reactivación económica podría haberse reanudado a inicios de 2022. Se mantiene un entorno incierto con amplias condiciones de holgura, aunque se anticipa que sean menores a las del trimestre previo”, agregó el banco central mexicano sobre el contexto local.
Indicó que a los choques que han afectado a la inflación a lo largo de la emergencia sanitaria, se añaden las presiones derivadas del conflicto geopolítico. En razón a lo anterior, en la primera quincena de marzo las inflaciones general y subyacente registraron tasas anuales de 7,29% y 6,68%, respectivamente, mientras que sus expectativas para 2022 y 2023 volvieron a incrementarse.
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“Para el mediano plazo, las expectativas para la general aumentaron en el margen y para la subyacente no se modificaron, mientras que las de largo plazo se han mantenido estables en niveles superiores a la meta”, destacó.
“Ante las mayores presiones inflacionarias, los pronósticos de las inflaciones general y subyacente se revisaron al alza para todo el horizonte y ahora se prevé que la convergencia a la meta de 3% se alcance en el primer trimestre de 2024”, añadió Banxico, no sin antes aclarar que estas previsiones están sujetas a riesgos.
Así las cosas, los riesgos al alza comprenden: i) persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; ii) presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; iii) mayores presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el reciente conflicto geopolítico; iv) depreciación cambiaria; y v) presiones de costos.
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Mientras tanto, entre los riesgos a la baja estarían: i) una disminución en la intensidad del conflicto bélico; ii) un efecto mayor al esperado de la brecha negativa del producto; iii) precios de los energéticos menores a lo previsto; y iv) apreciación cambiaria.
Explicó que la Junta de Gobierno del Banco de México evaluó “la magnitud y diversidad de los choques que han afectado a la inflación y sus determinantes, así como el riesgo de que se contaminen las expectativas de mediano y largo plazos y la formación de precios”.
Asimismo, tuvo en cuenta los mayores retos ante el apretamiento de las condiciones monetarias y financieras globales, “el entorno de acentuada incertidumbre y las mayores presiones inflacionarias asociadas al conflicto geopolítico”.
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Con base en lo anterior, “decidió por unanimidad incrementar en 50 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 6,5%. Con esta acción, la postura de política monetaria se ajusta a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3% dentro del horizonte de pronóstico”, concluyó.
