El equipo de investigaciones económicas de Bancolombia publicó un documento en el cual analiza la situación fiscal del país luego de que el Ministerio de Hacienda y Crédito Público presentara el Plan Financiero.
Bancolombia cree que cumplir la meta déficit fiscal en 2019 ahora será más probable que como se tenía contemplado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.
“El Gobierno Nacional contará con 0,6% del PIB más en recursos para 2019. En relación con las estimaciones de mediados del año anterior, los ingresos previstos para 2019 aumentaron en 0,5 puntos porcentuales (pps) del PIB, gracias principalmente a los recursos adicionales que provendrán de la Ley de Financiamiento. El 0,2% del PIB adicionales provendrían de un mayor flujo de recursos de capital, por mayores transferencias de excedentes de las empresas del Estado”, dice el texto.
Sin embargo, los expertos advierten que existen dos riesgos remanentes para el 2019. El primero es que los ingresos tributarios no aumenten como lo estiman las autoridades y el segundo es que los supuestos macroeconómicos, y en especial el crecimiento proyectado del PIB de 3,6% no se materialice.
El documento añade que la dependencia a variables como el precio del petróleo, la inflación y la tasa de cambio, añade incertidumbre a los escenarios fiscales.
“De las anteriores, el precio del crudo representa la mayor amenaza. Esto se debe a que esta es una variable completamente exógena, lo que supone que está completamente por fuera del control de las autoridades locales. Además, es la variable que exhibe una mayor volatilidad, tal como lo ponen de relieve las fuertes fluctuaciones experimentadas en los últimos cinco meses”, explica.
Sin tener en cuenta el riesgo petrolero para el próximo año, Bancolombia proyecta una brecha de 1% del PIB entre la meta de déficit del Gobierno Nacional y su valor efectivo.
“A partir de 2020 la Ley de Financiamiento generará una caída en los ingresos tributarios que estimamos en 0,2% del PIB, con tendencia a ampliarse hasta 0,4% del PIB en el mediano plazo. Esto se debe a que los incentivos tributarios a las personas jurídicas, específicamente la reducción en la tarifa de renta y el descuento del IVA en la compra de bienes de capital, empezarán a tener efectos en el flujo de ingresos de la Nación desde el próximo año”, dice el documento.
El análisis estipula que, debido a estas problemáticas de recaudo, sumadas a las posibles amenazas internacionales, el Gobierno deberá redoblar esfuerzos en 2020 para poder cumplir con las metas fiscales.
“Encontramos que para que el cumplimiento de la meta de 2,2% del PIB sea posible se requeriría, además de la materialización del ahorro por 0,6% del PIB, un ajuste remanente del orden de una magnitud similar. Se trata, por lo tanto, de una labor que se prevé será muy exigente”, finaliza el texto.