El Banco Central de Brasil decidió este miércoles mantener por séptima vez consecutiva la tasa de interés en 13,75 % y esquivó las presiones del presidente Lula da Silva por corregirla.
Mediante un comunicado de prensa tras la decisión, el Banco Central de Brasil exigió “paciencia y serenidad en la conducción de la política monetaria”.
Agregó que las próximas decisiones a tomar dependerán de la evolución d de la dinámica inflacionaria del país.
De esta forma, la entidad presidida por Roberto Campos Neto se desmarcó de los señalamientos del presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, quien exige a la entidad comenzar la corrección de la política monetaria.
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Esto, como estrategia del plan de Lula para irradiar préstamos a las clases bajas del país.
También, el gobierno brasilero dice que esta decisión de las altas tasas “encarece” y “desacelera” la dinámica comercial del país.
Vale recordar que este es el mayor nivel desde 2016 en el que se ha ubicado la tasa de interés.
¿Qué espera el Banco Central de Brasil hacia el futuro?
El Banco Central de Brasil se mantiene reservado en sus proyecciones sobre el futuro de la economía del país, especialmente de la inflación, pese a la reciente tendencia a la baja.
“No obstante (…) se espera un aumento en la inflación acumulada en doce meses durante la segunda mitad del año”, indicó el comunicado del banco central.
Además, “varias medidas de inflación subyacente se mantienen por encima del rango compatible con el cumplimiento de la meta de inflación”.
Vale la pena resaltar que las expectativas de inflación para 2023 y 2024 se ubican en torno al 5,0 % en 2023 y 3,4 % en 2024.
Entre algunos de los riesgos que predice el Banco Central de Brasil se encuentran la “incertidumbre residual” sobre el diseño final de la reforma tributaria; caídas en los precios de las materias primas y persistencia de la inflación global.