Los analistas redujeron su pronóstico de crecimiento del PIB de Brasil a 2.30% para 2019 desde 2.48% antes, pero lo aumentaron ligeramente a 2.70% para 2020 desde 2.65% antes, según la encuesta semanal publicada por el banco central.
Mantuvieron sus pronósticos de crecimiento del PIB en 2.50% para 2021-22. Los analistas también mantuvieron su pronóstico de inflación en 3.85% para 2019, manteniendo la inflación por debajo del objetivo del BCB de 4.25% para el año.
Los encuestados mantuvieron su pronóstico de inflación en 4.00% para fines de 2020 (coincidiendo con la meta del año de 4.00%), 3.75% para finales de 2021 (coincidiendo con la meta del año de 3.75%) y 3.75% para finales de 2022.
Los analistas también mantuvieron su pronóstico de política monetaria para todo el horizonte.
Creen que la tasa de la política cerrará en 2019 en 6.50%, y no espera que se apriete este año. Los analistas también esperan que el BCB comience un ciclo de ajuste en 2020, cuando esperan que la tasa de Selic aumente en 150 puntos básicos al 8.00%. Los analistas esperan que el BCB mantenga esa tasa de política hasta el 2022.
En general, creemos que la modesta recuperación económica en 2019 y la expectativa de una inflación de IPCA en o por debajo de la meta en los próximos años apuntan a una retención de la tasa en 2019 seguida de un posible endurecimiento mientras el banco central busca garantizar que la inflación se mantenga dentro del objetivo en los próximos años.
Pero el contexto sigue siendo incierto, con temores persistentes de desaceleración de la demanda externa vinculada a las tensiones comerciales y sin claridad sobre el impacto que tendrá el presidente Jair Bolsonaro en la actividad económica y, por lo tanto, en los precios.
La conclusión exitosa de la reforma de las pensiones probablemente alentaría los mercados y el estado de ánimo económico, lo que podría desencadenar un mayor crecimiento y llevar al banco central a ver una tendencia a la inflación más lenta, aunque tal vez una inflación más alta si el crecimiento despegara. Pero si la reforma de las pensiones fracasa, esto podría llevar a un debilitamiento de la moneda y una reevaluación de cuántas reformas favorables al mercado pueden esperarse durante la administración de Bolsonaro, lo que lleva a una inflación de tendencia más alta y, posiblemente, a una mayor presión inflacionaria.
(Reporte especial de CEEMarketWatch para Valora Analitik)