El presidente de Avianca, Hernán Rincón, mencionó que las crisis de Brasil y Argentina; el incremento en el precio de la gasolina, que se ha traducido en 150 millones de dólares más de gasto en combustibles; los desafíos en infraestructura en Colombia, debido a que el invierno fue más largo de lo esperado, y los últimos efectos de la huelga de pilotos impactaron sus operaciones y resultados en el segundo trimestre.
“Además, el motor de los aviones 787 tiene un problema en todo el mundo, lo que ha afectado nuestra disponibilidad de aeronaves. Los inspectores han estado revisando también otro tipo de aviones, incidiendo en la frecuencia que tenemos”, puntualizó.
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Recordó que consolidaron en el nuevo terminal del aeropuerto Eldorado toda su operación y añadió que llegaría la otra semana un nuevo avión 787.
Los ingresos de la aerolínea aumentaron 9,8 %, versus el segundo trimestre 2017. Crecieron 2,6 % respecto el primer trimestre de este año.
Los gastos por intereses aumentaron 8,4 millones de dólares a medida que la compañía aumentó el número de sus aeronaves bajo contratos de arrendamiento financiero.
Registró una pérdida de 5,9 millones de dólares relacionada con los ajustes de tasa de cambio (no monetarios), en comparación con un gasto de 2,3 millones de dólares para el mismo período de 2017.
Continuó mejorando su rendimiento en 9,5 %, lo que compensa el crecimiento en precios.
El tráfico de pasajeros se incrementó un 17 %, hasta alcanzar el 57 %. La cuota de la compañía aérea en el mercado colombiano es del 55,5 %.
Por otro lado, Rincón indicó que el joint venture (sociedad comercial) entre United, Avianca y Copa es un esfuerzo de las tres aerolíneas para mejorar la experiencia de sus pasajeros en Latinoamérica y Estados Unidos: “No sabemos cuándo va a suceder, porque estamos consolidando el acuerdo”.
Por su parte, Roberto Held, vicepresidente financiero, agregó que no hay planes de fusión ni de despedir a nadie, sino de mejorar la eficiencia de las tres empresas, a través de una mejora en redes, destinos y capacidad para robustecer su presencia en el mercado, “una situación de gana-gana para todas las partes”.
Held también indicó que, en resumen, “hubo un poco de viento de frente, pero efectos que esperamos que se reduzcan en el resto del año. En el cuarto trimestre, tendríamos un mejor desempeño, cuando se va a ajustar el factor de ocupación”.
Afirmó asimismo que el objetivo es aplazar el número de aviones solicitados a Airbus: “Hemos decidido mejorar los aviones que teníamos, ya no necesitaremos tantos como hace unos años. No tenemos un acuerdo, pero estamos en negociaciones. Esperamos tener los documentos finalizados en próximas semanas”.
Las primeras unidades de ese acuerdo con Airbus empezaron a recibirse en meses pasados, pero la intención es seguir renegociando para reducir el número de aviones y, lograr con ello, mayor disponibilidad de caja en meses venideros.
Este año la empresa ya ha incorporado seis aviones nuevos y espera recibir tres más (dos de la familia 321 de Airbus y uno del segmento 787 de Boeing).
Entre septiembre y octubre próximos llegaría el nuevo avión 787 para atender desde noviembre la ruta Bogotá-Munich.
Finalmente, señaló que, en línea con su meta de tener a largo plazo un mercado fuerte, ha contratado nuevos pilotos y se seguirá moviendo para reducir el impacto de la huelga.[/content_control][login_widget]
