En un reciente informe sobre Colombia, J.P. Morgan expuso que, si bien la inflación de agosto sorprendió a la baja, la agitación del diésel por los incrementos anunciados por el Gobierno -que desencadenó el paro camionero la semana pasada- puede instar al Banco de la República a mantener un ritmo de flexibilización de 50 pb (puntos básicos) este mes.
El 24 de agosto el IPC (Índice de Precios al Consumidor) se mantuvo plano en el mes y el IPC anual convergió a 6,1 %. Si se ajusta por estacionalidad, la inflación general de los últimos tres meses también se desaceleró hasta a un ritmo anualizado del 4,3 %, y el IPC excluyendo alimentos y regulados al 5,3 %.
“Los precios del diésel, fuertemente subsidiados en años anteriores, no presentan un impacto directo relevante en la canasta del IPC, pero indirecto material a través de los costos de transporte. Después de meses de indecisión, la administración dictó el aumento de precios del diésel en $1.904 a partir de septiembre, junto con el anuncio de dos aumentos nominales similares para al año que viene”, dice el reporte.
J.P. Morgan explicó que eso desencadenó una respuesta agresiva de los camioneros, lo que resultó en huelgas generalizadas y bloqueos de carreteras, que se intensificaron a lo largo de la semana y provocaron cuatro días de distorsiones en la distribución de alimentos frescos y gasolina.
“Finalmente se llegó a un acuerdo el viernes. Los precios del diésel se fijaron $400 más altos, con una corrección igual fijada para el 1 de diciembre. Además, se suspendieron los dos ajustes por $2.000 previstos para el próximo año hasta que se produzcan una serie de cambios estructurales en el sector se logran”, agrega la investigación.
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Probablemente, dice la investigación, los ajustes del próximo año serán inferiores a los previstos inicialmente, con el correspondiente impacto fiscal para 2026.
“En resumen, se espera que el impacto de los precios del diésel sea más moderado de lo previsto, sin embargo, el efecto temporal de las distorsiones en el transporte puede afectar el IPC de septiembre, particularmente los precios de los alimentos. Si bien son temporales, estas distorsiones pueden provocar un comportamiento cauteloso por parte del Junta del BanRep a finales de este mes, a pesar del resultado favorable del IPC de agosto. La mayoría tal vez prefieran esperar al informe del IPC de septiembre antes de acelerar el ritmo de relajación”, concluyó.
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