El Grupo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana había entregado un análisis que profundizaba en la propuesta del candidato a la presidencia de Colombia, Gustavo Petro, sobre el impacto de suspender la nueva exploración de petróleo.
En el marco de fuerte apreciación del dólar en Colombia, la variable sobre los recientes anuncios de la ministra de Minas, Irene Vélez, sobre el futuro de la exploración y producción de gas y petróleo, hacen temer por un incremento mayor del dólar en Colombia. Sumado esto último a la incertidumbre por lo que será la política macroeconómica del gobierno Petro.
Indica el documento que, en un “escenario A” se tiene en cuenta que sigue la nueva exploración de hidrocarburos en los próximos años, mientras que el escenario B asume que se suspende la nueva exploración a partir de 2023.
Este análisis parte del hecho de cuáles serían los efectos en el lapso que va desde 2023 hasta el año 2027 bajo el entendido de que desde 2028 sí o sí habrá una caída en la producción petrolera.
Con esto de base, en el “escenario A”, la producción petrolera continuaría alrededor de los 760.000 barriles por día durante los próximos cinco años.
Mientras que el “escenario B” deja a la producción con caídas desde 2023, al ritmo de la declinación natural de las reservas y como resultado de la menor inversión.
Efectos a la economía colombiana
“El escenario B coincide con la senda de producción de la ANH, en el cual la producción caería a un ritmo promedio de 9,8 % anual entre 2022 y 2027, al pasar de 756.000 barriles por día (kbpd) en 2022 a 715.000 kbpd en 2023 (-5,4 %) y 450 kbpd en 2027”, recuerda el informe.
Lo anterior quiere decir que Colombia perdería la autosuficiencia petrolera a partir 2028: se produciría menos de lo que consumen las refinerías locales (aproximadamente 400 kbpd); el punto complejo está en que Colombia pasaría a ser un importador neto de petróleo y ya para el año 2040 el país agotaría completamente su producción de crudo.
En términos de devaluación de la tasa de cambio, este escenario llevaría que, en 2027, la devaluación del peso colombiano sería entre el 39,9 % y 43,7 %, equivalente a una tasa de cambio entre $5.080 y $7.000.
Al tiempo que el desbalance comercial de bienes aumentaría entre 15,4 % y 38,6 % y las importaciones caerían entre 4,8 % y 8,9 %.
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“La caída de la producción petrolera en el escenario en que se suspende la nueva exploración disminuye las exportaciones de crudo y derivados. Los ingresos de las ventas externas de petróleo pasarían de US$13.500 a US$3.900 millones entre 2021 y 2026, lo que significa una caída anual de 17,8 %”.
Finaliza el informe teniendo en cuenta que este retroceso es más pronunciado que el registrado en la crisis de materias primas de hace cinco años, “que llevó las exportaciones petroleras a contraerse un 14,8 % anual entre 2013 y 2017”.