A pesar de realizar la primera rueda de prensa en ocho meses para despejar dudas sobre sus capacidades para asumir el liderazgo de los demócratas en la carrera presidencial por Estados Unidos, siguen las presiones para que Joe Biden ceda su cupo.
En la clausura de la cumbre de la OTAN en Washington, el mandatario aseguró ser “la persona más capacitada” para el objetivo de derrotar a Donald Trump, y agregó que “su agenda sigue repleta”.
No obstante, sus inconsistencias en eventos le siguen no solo jugando una mala pasada, sino también dando pie a sus opositores para que insistan en sacarlo de la candidatura.
Biden llamó por error «vicepresidente Trump» a Kamala Harris, tan sólo una hora después de presentar al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, como «presidente Putin», hechos que Trump aprovechó para burlarse en redes sociales: «¡Buen trabajo, Joe!», afirmó.
El actual presidente demócrata de Estados Unidos ha sido reiterativo en que se estado de salud es el óptimo, o en sus palabras, que “está neurológicamente sano” y que enfrenta pruebas todos los días en el trabajo.
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Incluso, fue enfático en que se ha sometido a tres exámenes recientes y que los ha superado, aunque «no me opongo, si los médicos me dicen que debo hacerme otro», agregó.
Obama y Pelosi hablan sobre la salud de Biden
Aunque no se han dado declaraciones oficiales, medios como CNN revelaron que grandes personalidades de la política como Barack Obama, expresidente de Estados Unidos, y Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, se encuentran preocupados por la condición actual del presidente Biden y el futuro de su campaña.
Los demócratas, quienes han agotado todos los medios para pedir a Biden que se retire, están esperanzados en que Obama y Pelosi puedan apoyarlos con esta tarea.
Aunque Obama se había abstenido de los comentarios públicos, tras el debate, publicó en X: «Las malas noches de debate ocurren. Créanme, lo sé», y reiteró ese sentimiento en una recaudación de fondos en Nueva York para los demócratas de la Cámara de Representantes la noche después de la actuación de Biden.
“El expresidente ni siquiera tenía previsto hacer ninguna declaración pública, pero Biden y los asesores de Obama se coordinaron para difundir ese mensaje de forma que reflejara los puntos de discusión de la campaña de Biden en el sentido de que el primer debate de reelección de Obama en 2012 también fue mal, y no acabó poniendo fin a su campaña”, reveló la investigación de CNN.
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