Como parte de la alianza entre Valora Analitik y Pulzo en su nuevo proyecto denominado «Y cómo afecta mi bolsillo?”, se abordó el funcionamiento y las condiciones del impuesto del 4×1.000 en Colombia.
Para ello, José Ignacio López, presidente del Centro de Estudios Económicos ANIF, explicó cómo funciona este impuesto y cómo afecta a los colombianos.
¿Qué relación tiene el 4×1.000 con la empanada que se comen los colombianos?
Para responder a esta pregunta, López dijo que, “cuando alguien viene a comprar una empanada y en la tienda paga, estamos teniendo transacciones financieras y el impuesto a esas transacciones lo conocemos como el 4×1.000”.
Para seguir con la explicación, López indicó que ese impuesto recae sobre cualquier compra, retiro o pago, entonces, “cuando un tendero está vendiendo sus empanadas en el día a día y está recibiendo el pago a través de transacciones financieras, como por ejemplo billeteras digitales, pues está acumulando una cantidad de transacciones que, en el caso de esas billeteras, si superan retiros y pagos por $3.059.000 este año tendría que incurrir en este impuesto del 4×1.000”.
¿Cómo nace este impuesto y por qué lleva funcionando 26 años?
En Colombia, el 4×1.000 nació en noviembre de 1998 en un momento muy difícil para el país en la que se declaró una emergencia económica.
“En principio, se pensaba que este impuesto iba a durar un año, sin embargo, sucedió el terremoto de Armenia y se tuvo que extender el cobro de este impuesto y, hasta la actualidad, seguimos con este impuesto del 4×1.000”, cuenta López en la entrevista con Valora Analitik y Pulzo.
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Pero, ¿por qué se sigue pagando?
“Porque es un impuesto que para el Estado es una fuente importante de recaudo, pero, al mismo tiempo, genera muchas distorsiones sobre la economía porque recae en todas las transacciones que hacemos los colombianos en el día a día”, explica López.
¿Cuáles son las transacciones en las que se cobra el 4×1.000?
Como ejemplo, López dijo que “si yo tengo una cuenta de ahorros y necesito un retiro de esa cuenta, esa ya es una transacción financiera. Si quiero pagar con una tarjeta, también es una transacción financiera; además, se incluyen en transacciones como transferencias para pagar esa empanada, entre otras”.
Esto quiere decir que todas esas transacciones de retiro, pagos y transferencias están sujetas al cobro del 4x.1000 en el país, siempre y cuando se superen los topes para establecidos por el Gobierno.
¿Por qué se paga en Colombia el 4×1.000?
Para responder, López indicó que “pagamos el 4x.1000 porque el Estado ha visto este impuesto como un impuesto de fácil recaudo. Lo que sabemos es que también es un impuesto que va desincentivando muchas transacciones formales, de hecho, en el país el efectivo sigue siendo muy importante y eso no ayuda al crecimiento del crecimiento económico ni a la formalidad de las transacciones”.
¿Cuáles son las exenciones para el cobro de este impuesto?
Hay varias exenciones importantes; la más conocida es que los colombianos hoy en día tienen la posibilidad de ir a su banco para pedir la exención del 4×1.000 y así no se cobra este impuesto por las transacciones realizadas.
“Con esto, básicamente en esa cuenta con transacciones que estén por debajo de aproximadamente de $16.400.000 por mes los ciudadanos no van a pagar el impuesto”, señala López.
Otras exenciones que existen son, por ejemplo, “si yo tengo en una entidad una cuenta, soy el titular y tengo otras cuentas o incluso una billetera digital, pues todas esas transacciones entre esas cuentas también estarán exentas de ese cobro”, explica López,
Además, es importante tener en cuenta que también están exentas de este cobro las cuentas que tienen propósito para el pago de pensiones para que los pensionados reciban su mesada sin el pago del 4×1.000.
Otra de las exenciones se aplica para las billeteras digitales como nequi, Daviplata, dale!, Global66, entre otras.
Un ciudadano colombiano no pagará el impuesto en esas billeteras siempre y cuando no supere el monto máximo de retiros, pagos y transferencias hasta $3’059.000 por mes.