Para América Latina, la vulnerabilidad del proteccionismo estadounidense parece limitada, siendo México la excepción.
Así inicia su informe sobre la región latinoamericana el banco de inversión Morgan Stanley tras analizar el anuncio de medidas proteccionistas de parte del presidente Donald Trump hacia las importaciones de acero y aluminio.
Hay una serie de razones por las que no estamos demasiado preocupados sobre el impacto directo en la región de los aranceles recientes sobre acero y aluminio, enfatizó la firma.
Primero, la región representa solo el 7% del déficit de mercancías de EE.UU., a diferencia de Asia que, por ejemplo, representa el 71% del total.
Cifras agregadas muestran que la mayoría de las principales economías de la región en realidad tuvo pequeños déficits frente a EE.UU., incluidos Argentina, Brasil, Chile y Perú. En el caso de Colombia, está presentando un saldo cercano a cero.
México se destaca como la principal economía con un gran superávit (US$71 mil millones el año pasado) con Estados Unidos, que, de hecho, representó el desequilibrio regional completo frente a los EE.UU. (US$55 mil millones).
Las exportaciones de mercancías representan solo el 18% del PIB regional, y de nuevo los promedios no muestran una imagen completamente precisa ya que se comparten rangos de alrededor del 10% del PIB en Argentina y Brasil a más del 35% en México.
Colombia está en un punto intermedio: el país no tiene una desequilibrio comercial con EE.UU., de hecho, las cuentas comerciales de Colombia se encuentran casi al borde del desequilibrio (US$0.3 mil millones) con respecto a los Estados Unidos, de esta forma, sigue siendo un socio comercial importante que representa el 35% de todas las exportaciones o el equivalente de 4.4% del PIB.
En lo referente a Chile y Perú, en donde son pequeños los déficits de bienes con EE.UU. caen en el medio con las exportaciones a los EE. UU. al 3.9% y 3.4% del PIB, respectivamente.