El pasado 18 de diciembre de 2024, el Gobierno Nacional, encabezado por el presidente Gustavo Petro, anunció la suspensión del programa ‘Mi Casa Ya’, generando incertidumbre entre miles de colombianos que habían aplicado o estaban en proceso de recibir este subsidio de vivienda.
Ante esta situación, y luego de tres meses, el Ministerio de Vivienda oficializó la asignación de nuevos subsidios para quienes lograron inscribirse en el programa, ofreciendo una solución parcial y reabriendo la posibilidad de acceder al beneficio.
Este anuncio se formalizó mediante la Resolución 0030 de 2025, cuyo propósito es mitigar el impacto de la suspensión. Según el documento emitido, los subsidios serán entregados a través del Fondo Nacional de Vivienda (Fonvivienda) y se distribuirán de la siguiente manera:
- 512 subsidios individuales.
- 291 subsidios concurrentes.
El subsidio concurrente funciona como un complemento a los otorgados por las cajas de compensación, facilitando el acceso a viviendas de interés social.
Fonvivienda oficializó la firma de esta nueva resolución y destacó, en su artículo 7, que los beneficiarios del programa podrán acceder a la cobertura de tasas de interés mediante leasing habitacional o créditos hipotecarios, de acuerdo con lo establecido en la Ley 1450 de 2011.
Incertidumbre en el nuevo programa de ‘Mi Casa Ya’
No obstante, a pesar de esta reactivación parcial de ‘Mi Casa Ya’, el panorama sigue siendo incierto. Actualmente, hay más de 20.000 cupos que aún no han sido asignados, lo que genera preocupación respecto a los lineamientos de esta política y su continuidad.
En este contexto, desde Camacol han expresado la necesidad de que el Gobierno defina el futuro de estos subsidios, dado que el primer trimestre de 2025 está por concluir sin que haya claridad sobre los esquemas que garantizarían el acceso a la vivienda propia.
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La incertidumbre en torno a la continuidad de los subsidios para la adquisición de vivienda de interés social ha generado inquietud entre diversos actores del sector. Compradores, constructores y entidades financieras dependen de estos incentivos para dinamizar el mercado y garantizar el acceso a la vivienda para miles de familias.
Si bien la reciente asignación de subsidios representa un avance, el sector aún espera anuncios oficiales que definan el rumbo de estas ayudas en el mediano y largo plazo. La estabilidad del mercado de vivienda social requiere certezas que permitan una planificación sostenible y eviten que la incertidumbre frene su desarrollo.
