
En Colombia, mientras el efectivo crece a una tasa anual del 20 %, el saldo en depósitos en cuentas corrientes lo hace a un ritmo del 2 % y el de cuentas de ahorro al 6,3 %, según el informe semanal de ANIF.
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El centro de estudios económicos aseguró que, aunque el aumento de los agregados monetarios en meses recientes puede estar asociado a un mayor dinamismo de la actividad económica, “el incremento del efectivo puede estar reflejando un aumento de la informalidad o, de manera más preocupante, de actividades ilegales”.

Fuente: ANIF.
En el Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018 se planteó la meta de reducción del efectivo desde el 11,9 % en 2017 al 8,5 % para 2018. Para enero de 2025, su participación era del 16 %, lo que, según ANIF, ilustra el poco avance en la lucha contra el uso del efectivo.
De hecho, de acuerdo con el informe, Colombia tiene el nivel de efectivo en circulación más alto de la mayoría de los países de la región en relación con la actividad económica. Mientras aquí supera el 9 %, en Brasil y Chile se ha estabilizado por debajo del 4 %.
Sin embargo, el sector público y privado viene trabajando desde hace años en desarrollar un ecosistema financiero digital que permita reemplazar el efectivo por sus costos operativos altos, ineficiencias en el procesamiento de transacciones, altos riesgos de seguridad y escaza trazabilidad.

Fuente: ANIF.
En los últimos años, en particular durante la pandemia, el país experimentó un aumento importante de transacciones a través de billeteras digitales como Nequi, DaviPlata y Dale. También se ha visto una expansión importante de las pasarelas de pago como PayU y MercadoPago, que se han sumado a las soluciones de pago omnicanal como Redeban y Credibanco, según los expertos.
“Es paradójico, por no decir lamentable, que toda esta innovación financiera que facilita los pagos y transferencias digitales ocurra mientras el efectivo en términos reales aumenta a doble dígito. El efectivo sigue siendo el rey”, subrayó ANIF.
Uno de los propósitos del sistema de pagos inmediatos del Banco de la República (Bre-B), que entrará en operación en septiembre, es contribuir en la reducción del uso del efectivo al simplificar las transferencias entre cuentas de diferentes entidades.
El mercado espera que el sistema Bre-B siga el camino de PIX de Brasil, un método de pago instantáneo que, según estudios, aumentó el 4,5 % las transacciones de transferencia bancaria, el 5,7 % las transacciones por recibos de pago y el 1,2 % la aceptación de tarjetas de débito por parte de empresas por cada punto porcentual adicional en usuarios activos.
Del mismo modo, un crecimiento del 1 % en los usuarios de PIX aumentó la apertura de cuentas bancarias por primera vez en un 0,8 % y el de usuarios de crédito por primera vez en un 0,4 %. Además, genera un aumento del 0,25 % en el número de personas que crean una relación con un nuevo banco.
Incluso los beneficios de los bancos han aumentado desde la introducción de PIX porque las entidades usan alrededor del 80 % de los depósitos para realizar préstamos. Aquí también cada punto porcentual adicional en usuarios está asociado con un aumento del 0,7 % en los depósitos en cuentas corrientes, del 0,3 % en los depósitos de ahorro, del 0,8 % en préstamos y del 1 % en los activos bancarios.
Finalmente, PIX ha sido exitoso en reducir el uso del efectivo en Brasil. Según una encuesta del banco central, en 2024 este sistema fue el medio de pago más utilizado por los brasileros para hacer sus compras o pagos (76,4 % de la población), seguido por la tarjeta débito (69,1 %) y el efectivo (68,9 %). Apenas tres años atrás el efectivo participaba con un 83,6 %.
“Colombia se enfrenta ahora a una gran oportunidad de seguir los pasos de Brasil con la introducción de Bre-B. Estos sistemas han demostrado ser una herramienta eficiente para impulsar la inclusión financiera y el menor uso del efectivo”, concluyó ANIF.
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