La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) emitió un documento por medio del cual se alertó por el avance de la propuesta para ampliar las inversiones forzosas.
Lo anterior, señala la firma que se debe a las experiencias que se han presentado en otros países y principalmente en Colombia con las que se hacen para el sector del agro.
“Son muchas las razones y las experiencias, tanto en Colombia como en otros países latinoamericanos que muestran que las inversiones forzosas hacen más mal que bien”, se lee en el documento.
Ante dicho panorama, ANIF señaló que no solo pierden los empresarios, sino que también los ahorradores.
En el caso de los empresarios, se afectarían debido a que tendrían menos recursos disponibles para demandar crédito. Además, pagarían mayores tasas de interés.
Los ahorradores por qué probablemente se reduzcan los recursos de los bancos y esto a su vez disminuya las tasas de depósitos para compensar por la baja rentabilidad que generarían dichas inversiones forzosas.
Y un tercer perdedor que señala ANIF es el sector financiero, lo anterior debido a que se podría disminuir la rentabilidad.
“Dado que la rentabilidad de los activos financieros ya se encuentra en mínimos de dos décadas y similar al periodo de pandemia. Finalmente, hay pérdidas de eficiencia porque la expansión de crédito, que recae en el sector público, puede llevar a pérdidas importantes si la asignación no es adecuada”, resaltó.
Las tres propuestas para reemplazar las inversiones forzosas en Colombia
Ante este panorama, desde ANIF se hacen tres recomendaciones al Gobierno diferentes a la ampliación de las inversiones forzosas.
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La primera tiene que ver con una concertación con el sistema financiero para poner una meta de colocación de crédito en sectores específicos.
Dentro de estos se proponen el sector turístico y el del agro.
“Esto permitiría extender la base crediticia sin afectar la adecuada gestión de riesgo y la rentabilidad del sistema financiero”, señala otro aparte.
Lo segundo tiene que ver con los Títulos de Desarrollo Agropecuario emitidos por Finagro con el fin de impulsarlos para abarcar más actividades del sector agroindustrial.
Y lo tercero es direccionar el Grupo Bicentenario con el fin de impulsar herramientas para la otorgación de crédito e incentivar desembolsos a regiones o actividades desatendidas.
“Entre ellas, las garantías son especialmente útiles, ya que no requieren recursos públicos inmediatos y pueden impulsar proyectos rentables sin generar la presión fiscal, al no necesitarse la ejecución de la garantía en la mayoría de los casos”, agregó la firma.
Es de mencionar que en Colombia hace años se realiza este mecanismo de inversiones forzosas que obliga a las entidades financieras a invertir un porcentaje de sus depósitos en determinados títulos con bajos rendimientos.
“En una analogía simple, una inversión forzosa al sistema financiero equivale a que algún extraño obligue a un asalariado a gastarse parte de sus ingresos en un activo con baja rentabilidad, bajo el pretexto de que dicha inversión será conveniente para toda la economía”, puntualizó la entidad.
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