Analistas, funcionarios públicos y empresarios de Colombia parecen tener una perspectiva positiva, pero moderada, de lo que va a ser la actividad económica del país en 2022. Vea más noticias macroeconómicas.
Los expertos concuerdan en decir que todavía no hay un panorama claro sobre cuál fue el verdadero impacto de la pandemia y la inflación para Colombia.
Sin embargo, sí hay consenso en asegurar que la cicatriz más dolorosa será la del mercado laboral: no parece haber una recuperación consolidada en esa materia.
“El empleo no ha ido en línea con la recuperación de la economía”, dijo Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, quien además aseguró que desde esa institución ven una tasa de desempleo sobre el 13 % de cara a cierre de 2021.
Con el análisis de Mejía concordó Alejandra Botero, directora del Departamento Administrativo Nacional de Planeación (DNP). Punto este que, según dijo Botero, se trabaja desde el Gobierno Nacional para motivar la contratación de jóvenes y mujeres, los más relegados del mercado laboral colombiano.
Normalización de tasas
El otro eje que puede ser un palo en la rueda para Colombia, agregó Mejía, tiene en cuenta la normalización de la política monetaria a manos de la FED, situación que va a presionar el proceder de países como Colombia. “El Banco de la República debería seguir esa línea para mantener ancladas las expectativas”, dijo el analista.
Justamente sobre inflación, Botero agregó que esta va a ir normalizándose en los próximos meses. Pero es algo que desde el Gobierno va a seguir siendo monitoreado: “vamos a seguir analizando para ver si tenemos que hacer cambios en nuestras políticas sociales y de ingresos”, agregó la funcionaria.
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Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), hizo el llamado de atención en que esta inflación es particular por cuenta de efectos internacionales. El punto está en si, para contener su crecimiento, se quiere desmotivar la demanda de consumo justo en un proceso de reactivación.
“¿Vamos a tener las tasas de interés solamente como mecanismo contenedor de la inflación? Yo esperaría que no, entendiendo que la actividad económica no puede verse resquebrajada”, agregó Mac Master.
¿Y el actuar del emisor?
En contraposición, Mejía expuso que: “No podemos caer en la complacencia de pensar que estos fenómenos inflacionarios son transitorios. No hay que olvidar que la tasa del emisor actual es del 3 % y la tasa real sigue siendo negativa. Por lo que creo que el Banco de la República no puede esperar y el mercado le pide actuar”.
Munir Jalil, economista jefe para la región Andina de BTG Pactual, debatió las posturas de Mac Master y Mejía al asegurar que la discusión no debería centrarse en si el Banco de la República debe o no subir tasas, sino a qué ritmo lo hará.
“La idea es que el proceso de recuperación no nos coja con los pantalones abajo. La pelea interesante es cuando las tasas de interés lleguen a ese margen del 5,5 % o 6 %”, complementó Jalil.
El consenso de funcionarios, analistas y empresarios tiene en cuenta que, entre más rápido se actúe, más rápido se mitigarán los riesgos más apremiantes para la economía nacional.
Un error complejo puede ser el hecho de esperar a que la FED actúe para ver cuál es el camino que deben atravesar el resto de economías en la región.