Durante el primer semestre de 2024, la venta de combustible líquido en estaciones de servicio de Colombia presentó una caída de 8 %; asimismo, se aceleró el decrecimiento en el consumo el cual pasó de 6,5 % en enero de 2024 a 9,5 % en junio: siendo marzo el mes con el porcentaje más negativo (10,7 %).
Así lo informó David Jiménez Mejía, presidente de la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (Comce), gremio que administra la parafiscalidad del sector: el Fondo de Protección Solidaria Soldicom, que reúne a las 6.368 estaciones de servicio en Colombia.
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De acuerdo con el líder gremial, hay una creciente preocupación en el sector por el impacto negativo en las ventas de combustibles.
Según el vocero, una fuerte contracción en la demanda tiene un persistente y negativo efecto en la generación de empleo, en la rentabilidad de los distribuidores minoristas y la sostenibilidad de las estaciones de servicio.
“Este es un sector que genera más de 50.000 empleos formales directos, de los cuales más de 9.000 son mujeres; es decir, dos de cada diez empleos que se crean en las estaciones de servicio son para mujeres y de éstas, dos de cada tres, son madres cabeza de hogar”, precisó Jiménez Mejía.
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Adicionalmente, en las estaciones de servicio se genera empleo a cerca de 6.000 jóvenes.
“Si la tendencia a la baja persiste, en el mediano plazo veremos una contracción en la oferta en el sector; es decir, desinversión. Las estaciones de servicio son la red de abastecimiento de energía para la movilidad en todo el territorio colombiano”, señaló.
Para Jiménez, ante escenarios de baja demanda y caída en las ventas, en el mediano plazo se afectará la red de abastecimiento en el territorio y no seguirá siendo rentable el suministro de combustibles en ciertas regiones del país.
“El gobierno debe pensar en este sector, cuidar la cadena. Hay que recordar que este es un servicio público que debe garantizarse de manera regular y estable a todos los colombianos”, manifestó el presidente de Comce-Soldicom.
Jiménez Mejía subrayó que, aunque el aumento en el precio de la gasolina corriente ha tenido un impacto en la caída en las ventas, no es la única ni la principal causa.
Para el experto, las ventas de combustibles líquidos en las estaciones de servicio obedecen al consumo de un artículo de primera necesidad.
“El consumo de gasolina o diésel hace parte del costo de la canasta familiar, según el DANE. Luego, la caída en las ventas también está vinculada, y en mayor medida, a la desaceleración en la economía, caída en el PIB, especialmente en sectores claves como la construcción y la vivienda”, indicó.
Esta desaceleración, en línea con David Jiménez, resulta a su vez en una menor movilidad y consumo, reducción en el transporte de personas y de carga que, al tiempo, disminuye la demanda de combustibles.
El presidente del gremio de las estaciones de servicio también señaló que, pese a que el precio del diésel aún no se ha incrementado para los consumidores, durante el primer semestre del año se estancaron las ventas de este combustible, creciendo tan solo 0,8 % con respecto al mismo semestre del año anterior.
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“Con un agravante: el comportamiento de las ventas durante los últimos dos meses, mayo y junio, cayeron 1,8 % y 2,5 %, respectivamente”, expuso.
Por último, el presidente de Comce instó al Gobierno Nacional y a los responsables de la política económica a considerar el impacto que tiene esta contracción en la demanda para las estaciones de servicio, teniendo en cuenta que hacen parte de un sector que le aporta el 7,86 % del PIB a la economía de Colombia.
“Es imperativo tomar medidas para reactivar la economía y, en consecuencia, mejorar la situación de las Estaciones de servicio. Hay que cuidar la cadena. Es menester garantizar que la red de suministro de combustibles no se deteriore y se siga brindando un servicio de calidad a todos los colombianos”, concluyó David Jiménez Mejía.
Comportamiento la venta de combustible en Colombia en primer semestre de 2024
Durante el primer semestre de 2024, el mercado de distribución minorista de combustibles mantuvo la misma tendencia mostrada desde el último semestre del año anterior.
La demanda por gasolina corriente completó 13 meses consecutivos decreciendo con una variación de -8,09 % comparado con el primer semestre de 2023.
Por su parte, la demanda por diésel mostró un crecimiento moderado del 0,80 % en el primer semestre, aunque presentó decrecimiento en los últimos dos meses de este.
De manera opuesta, la demanda por gasolina extra aceleró su crecimiento durante el semestre, con una variación del 17,85 % con respecto al mismo semestre del año anterior, mostrando un claro efecto sustitución frente a la gasolina corriente.
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Según Comce, el comportamiento de la demanda por gasolina corriente resulta realmente preocupante, ya que completó más de un año consecutivo decreciendo y durante este periodo ha acelerado su caída, pasando de -6,52 % en enero a -9,49 % en junio.
Adicionalmente, en febrero la demanda llegó a su valor mínimo de los últimos tres años, con un total de 172,9 millones de galones vendidos, no se presentaba un volumen tan bajo desde junio de 2021 (en el marco de la post-pandemia y el paro nacional), con un volumen despachado de 172 millones de galones.
De acuerdo con el gremio, el principal factor que explica este comportamiento sigue siendo el alto precio de este combustible.
“Desde que el gobierno nacional decidió cerrar del déficit en el FEPC mediante el aumento del precio de la gasolina corriente en octubre de 2022, el precio ha incrementado cerca de $6.400, pasando de $9.523 en septiembre de 2022 a $15.906 en junio de 2024, lo que representa un aumento del 67,02 % en un lapso inferior a dos años”, cita el informe de la entidad.
Y agregó que “lo anterior, se ha traducido en una caída del 14,79 % en la demanda por este combustible desde que inició el aumento en los precios”.
