Las cuentas del álbum Panini que confirman la depreciación del peso colombiano

El auge por comprar los stickers del Mundial, que empezará en noviembre, llega con fuerza a América Latina

Álbum Panini de Mundial Qatar 2022. Foto: Archivo Valora Analaitk

“Señores gobernantes, por favor laboren y hagan algo (…) Señores Panini, entreguen las figuritas a los kioskeros y dejen de dárselas a los supermercados y a las aplicaciones”, la petición la hizo Ernesto Acuña, vicepresidente de la Unión de Kioskeros de la República de Argentina, por la escasez de cajas de láminas del álbum Panini . Vea más noticias de macroeconomía.

El auge por comprar los stickers del Mundial de fútbol, que empezará en noviembre, llega con fuerza a América Latina y el contexto macroeconómico da pistas para explicar el porqué la idea de llenar el Panini Qatar 2022 denota deficiencias regionales, como la depreciación de las monedas frente al dólar estadounidense.

El hecho de que los kioskeros en Argentina convocaran marchas, para exigir la democratización en la distribución de las cajas de stickers, es tan solo uno de los efectos de intentar pagar por un producto que se importa en dólares.

Colombia, al igual que Argentina, puede ejemplificar cómo la depreciación del peso tiene una suerte de reflejo en la intención de llenar el álbum del Mundial de Qatar, pues el producto se caracteriza por variables de mercado que le hacen ser un bien representativo de un momento económico especial: es un artículo que no se produce en Colombia, debe traerse del extranjero, pagarse en dólares, redistribuirse por todo tipo de cadenas de comercio y tiene un fuerte lapso de demanda en periodos reducidos.

Hace 12 años, para el Mundial de Sudáfrica, a un aficionado colombiano le valía una caja, de 100 sobres, $120.600. Cuatro años más tarde, en Brasil 2014, la misma caja seguía valiendo $120.000. Pero para 2018, en el Mundial de Rusia, la caja había escalado hasta los $229.999, y aumentando solo a 104 sobres.

Algunas de las causas

Un hecho que explica el fenómeno está en que, desde mayo de 2010 (momento en el que ya se podía compra la caja de láminas del Panini), el estaba en los $1.970. Para cuando terminó el Mundial, en julio, el dólar bajó hasta los $1.841,35.

El cambio sustancial estuvo en que para el Mundial de Rusia, ocho años después del de Sudáfrica, Colombia reportaba una tasa de cambio de $2.930,80.

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Al revisar el caso de Qatar 2022, el contexto macro de Colombia sigue dando cuenta de un dólar que, en poco más de cuatro años, repunta cerca de $2.400. Esto se traduce en que la caja de 104 sobres se compra a $364.000.

Mientras el peso colombiano se depreció 138,3 %, entre Sudáfrica 2010 y Qatar 2022, el precio de la caja de láminas repuntó 202 %, con la diferencia de apenas cuatro sobres de más entre el segundo y el primer Mundial de referencia.

Lo cierto es que los valores de las cajas se convierten, tan solo, en un indicador del precio final que valdrá completar las 638 láminas del álbum de Qatar, pues en los cálculos también hay que tener en cuenta los sobres de más o los stickers individuales que tendrán que adquirir los coleccionistas en el comercio callejero.

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