El aguardiente es un licor altamente consumido en establecimientos, hogares y viajes hechos por Colombia por su peculiar sabor y efectos tras varias copas.
Puede incluirse en el top 5 de los licores más demandados donde también estarían el ron, whisky, ginebra y, por supuesto, la cerveza.
Hay reconocidas marcas de aguardiente como Antioqueño, Néctar, Líder, Tapa Roja, entre otros, que son típicos de Colombia y demandados por colombianos en el exterior o personas de otros países interesados en probar el distintivo sabor.
De acuerdo con la Fábrica de Licores de Antioquia, durante el primer semestre de 2023, se vendieron 22.4 millones de unidades de Aguardiente Antioqueño.
Según un informe de la firma Global Drug Survey, Colombia se encuentra entre los 25 países que más toman licor en el mundo, entre ellos el aguardiente para acompañar reuniones, fiestas, conversaciones tensas o un despecho.
Historia del Aguardiente en Colombia
La historia del demandado aguardiente en Colombia se remonta a Cristóbal Colón y la caña de azúcar, cuando en 1943 trajo vástagos para cosechar.
Tiempo después, llegaron los franceses para brindar empleo en fábricas de perfumes, pero no les sonó la campana por lo que se aliaron con el gobernador Agustín Morales y nace la Empresa de Licores de Cundinamarca.
Allí empiezan a destilar el aguardiente, el ron y la ginebra, pero el ‘guaro’ fue perfumado con anís estrellado.
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En 1905 se dicta una orden para regularizar el sector, al darle la potestad al Estado de tener el monopolio sobre la producción de los licores por lo que se prohíbe su fabricación artesanal.
Cuatro años después, el Gobierno dio la posibilidad a los Departamentos de obtener ganancias sobre la venta de sus licores.
Por ello, ese año se creó formalmente la primera marca de aguardiente llamada Amarillo de Manzanares, producida en Caldas y hasta 1943, mediante la ordenanza No. 13 de 1943, se creó la Industria Licorera de Caldas encargada de producirlo.
Sí, el aguardiente amarillo fue el primero en crearse con los grados de alcohol entre 35 y 40 y después empezó la producción del Antioqueño, Néctar, entre otros.
Como lo señala El Colombiano, para 1923, solo la empresa de Licores de Caldas ya tenía una renta anual de 1 millón de pesos oro, que significaban cerca de 33 % del presupuesto del Departamento, que para ese momento era de casi $2.952.916.
¿Entonces cuándo pegó el Aguardiente Antioqueño?
El Aguardiente Antioqueño es producido por la Fábrica de Licores de Antioquia en tapa azul, verde y roja. La empresa se creó en 1919 y cambió su nombre, pues en cinco décadas fue El Sacatín.
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A la fábrica le tomó 15 años (en 1934) adquirir la primera destiladora. La capacidad de producción apenas alcanzaba las 2.000 botellas diarias y dos años después pasó a 6.000 unidades.
Después, en 1947, llegó a una cifra récord para ese momento de 16.000 botellas en 16 horas de trabajo. Y en 1991, con la compra de un tren de envasado, alcanzó capacidad para producir 25.000 botellas por hora.
Este producto demandado en diversas ciudades y pueblos del país tiene un contenido alcohólico de 29 %, por ello la participación de la Fábrica de Licores de Antioquia alcanza el 60.5 % de las ventas de aguardiente en Colombia.
“Las ventas totales de la FLA en los primeros seis meses del año han sido excelentes, las mejores desde 2012; han crecido en un 42 % con respecto al mismo período de 2022. Esperamos superar 60 millones de unidades vendidas al finalizar el año, vendíamos 8.5 millones de unidades en la costa y para este 2023 esperamos vender 14, en exportaciones la cifra era de 3.7 al año y ya vamos en 5.3” expresó Javier Ignacio Hurtado, gerente de la FLA a Forbes.
Siendo así, la Fábrica de Licores de Antioquia finalizaría el 2023 produciendo una botella por cada habitante colombiano, teniendo en cuenta que en 2022 fueron registrados 51.609.000 colombianos de acuerdo con Statista, y para este año se registre un número mayor.
Con ese aumento del 42 % la FLA se convirtió así en la mejor de la empresa en los últimos 12 años, lo que además la ubicó como una de las licoreras con mayor participación a nivel nacional, con el 51.1%.
El aguardiente que lideró el listado de los más vendidos fue el de etiqueta verde con 20.4 unidades vendidas, con menos alcohol que las otras referencias, por lo que se puede atribuir a que pegó duro este 2023 entre jóvenes de 18 a 25 años.
El segundo más vendido fue el Néctar, con 4.6 millones de unidades vendidas; el Amarillo, con 3.4 millones de unidades, y el ranking lo cerró el aguardiente del Valle (Blanco), con 3.3 millones de unidades vendidas en el primer semestre del 2023, según El Colombiano.