Donald Trump está tomando posesión este lunes como nuevo presidente de EE. UU. con una política comercial que busca proteger a su economía, mediante la imposición de aranceles a sus principales socios como México, Canadá y China.
No obstante, aunque su objetivo se basa en el lema de ‘América Primero’, expertos consideran que esta política también causaría un impacto dentro del país, pues aumentaría los índices inflacionarios al encarecer productos importados de otros lugares.
Según una encuesta de Morning Consult a más de 4.400 personas, los consumidores estadounidenses ya están esperando que los aranceles afecten sus bolsillos. Alrededor del 67 % de los adultos encuestados dijeron que creen que es muy probable o algo probable que las empresas trasladen el costo de los aranceles a los consumidores.
Aun así, la misma encuesta encontró que alrededor del 45 % de las personas respaldan un arancel del 10 % sobre todas las importaciones, y más de un tercio de los encuestados apoyan un arancel del 20 % sobre todos los bienes y un gravamen del 60 % sobre las importaciones chinas.
Precisamente, EE. UU. importa de China varios elementos para el hogar como armarios, salas de estar y salas de juegos infantiles.
En 2023, se importaron muebles por valor de US$32.400 millones a Estados Unidos, de los cuales el 29 % procedía de China, seguido de cerca por Vietnam, que representó el 26,5 % de las importaciones, según la firma HFA.
“Entre 2018 y 2019, cuando Trump introdujo aranceles del 10 % sobre ciertos bienes durante su primera administración, los precios de los muebles aumentaron alrededor de un 2,3 %”, mostró un informe de CNBC.
Adicional a lo anterior, alrededor del 80 % de los juguetes importados a Estados Unidos provienen de China, y el costo de los juguetes fabricados fuera de EE. UU. podría aumentar hasta un 56 % bajo las propuestas de Trump. Eso haría, por ejemplo, que una muñeca Barbie de US$20, que históricamente se ha fabricado en China, cueste hasta US$31,20.
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El calzado es otra industria que depende en gran medida de China. Alrededor del 37 % de las importaciones de calzado provinieron de ese país en 2023.
El impacto sobre México y Canadá
En el marco del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, los fabricantes de automóviles comenzaron a considerar a México como un lugar menos costoso para producir vehículos.
Esto llevó a que casi todos los principales fabricantes de vehículos que operan en EE. UU. tengan al menos una planta en México, incluidos los seis principales fabricantes que representaron más del 70 % de las ventas en 2024.
Según la Administración de Comercio Internacional, la industria está profundamente integrada entre los países, ya que México importa el 49,4 % de todas las autopartes de EE. UU. A su vez, México exporta el 86,9 % de su producción de autopartes a EE. UU.
Así las cosas, Wells Fargo estima que los aranceles del 25 % a las importaciones de México y Canadá afectarían la mayor parte de las ganancias ajustadas de General Motors, Motor Ford y Stellantis.
“La firma estima que el impacto de los aranceles del 5 %, 10 % y 25 % será de US$13.000 millones, US$25.000 millones y US$56.000 millones, respectivamente, en las tres empresas.
Pero la industria automotriz también se vería afectada del lado de Canadá, teniendo en cuenta que este país exportó automóviles por US$27.000 millones en 2022, solo detrás del petróleo crudo como su principal exportación, según el Observatorio de Complejidad Económica.
Cinco fabricantes de automóviles (Ford, GM, Stellantis, Toyota Motor y Honda Motor) produjeron 1,54 millones de vehículos ligeros el año pasado en la provincia de Detroit, principalmente para consumidores estadounidenses.
