La aerolínea Spirit se declaró en quiebra ante un Tribunal en Estados Unidos, después de años de pérdidas crecientes, una fusión fallida y mayor competencia en el sector aeronáutico del país.
Con esto, se convierte en la primera gran línea aérea estadounidense en acogerse al Capítulo 11 desde American Airlines hace 13 años y sus acciones serán excluidas de la Bolsa de Valores de Nueva York.
Hoy su acción se cotizaba en US$1,8, después de haber iniciado el año en US$6,35, un nivel que sigue siendo muy inferior a máximos de US$27 en 2022. Sus acciones han caído más del 90 % este año.
Este lunes, la empresa informó que llegó a un acuerdo preestablecido con sus tenedores de bonos, que incluye US$300 millones en financiación de deudor en posesión, para ayudarla a superar dicha quiebra, de la que esperaría salir en el primer trimestre del próximo año.
Al parecer los vendedores y arrendadores de aeronaves no se verán afectados, como lo explicó Spirit, quien además enumeró sus activos y pasivos entre US$1.000 y US$10.000 millones, en un expediente judicial.
La aerolínea dijo que espera seguir operando, y de hecho, el director ejecutivo Ted Christie fue claro en manifestar que los clientes aún pueden reservar, volar y usar puntos de fidelidad.
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“Lo más importante que hay que saber es que se puede seguir reservando y volando ahora y en el futuro”, dijo Christie en una carta a los clientes el lunes.
¿Por qué llega Spirit al Capítulo 11 de EE. UU.?
La aerolínea con sede en Dania Beach, Florida, había tenido problemas con un retiro de motores que dejó en tierra gran parte de su flota, un aumento en los costos después de la pandemia y el fracaso de su adquisición planificada por JetBlue, que fue bloqueada por un juez federal a principios de este año por razones antimonopolio.
Spirit no ha tenido ganancias desde 2019 y perdió más de US$335 millones en el primer semestre del año.
Para intentar compensar la diferencia, ha vendido docenas de aviones para mejorar su liquidez. Recientemente consiguió la venta de 23 aviones Airbus a GA Telesis para generar US$519 millones; y según ha expuesto, espera terminar el año con aproximadamente US$1.000 millones.
La compañía también planea despedir a otros 330 pilotos en enero, además de los 200 que despidió en septiembre, ya que redujo sus rutas.
Sumado a lo anterior, la empresa ha postergado repetidamente la fecha límite con su procesador de tarjetas de crédito para renegociar US$1.100 millones en bonos de fidelidad que vencen el próximo año o correr el riesgo de perder la capacidad de procesar transacciones.
El modelo de negocios de Spirit, que consistía en ofrecer tarifas y cargos muy bajos para todo, desde la asignación de asientos hasta el equipaje de mano, fue un éxito durante más de una década.
Sin embargo, después de la pandemia tuvo problemas cuando los costos aumentaron en toda la industria y el levantamiento de las restricciones de viaje provocó un aumento en las reservas de viajes internacionales fuera de la red de Spirit. Las tarifas cayeron en el mercado estadounidense, que tenía exceso de oferta.
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