La aerolínea brasilera Azul confirmó este martes que llegó a un acuerdo con sus arrendadores de aeronaves, que le permitirá reducir sus pasivos y evitar el comienzo de un proceso de reorganización.
En específico, se acordó que los arrendadores eliminarían las divisiones futuras del saldo actual de las obligaciones de emisión de acciones por un total aproximado de 3.000 millones de reales (US$548 millones) y, a cambio, recibirán hasta 100 millones de nuevas acciones preferentes de Azul en una emisión única.
Es importante anotar que con quienes se llegó al acuerdo poseen aproximadamente el 92 % de las obligaciones de emisión de capital existentes.
Las negociaciones continuarán con los titulares del 8 % restante de las obligaciones de emisión de capital, así como con otras partes interesadas, y Azul aseguró que continuará informado al mercado de cualquier novedad.
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Por ahora la negociación está supeditada a la modificación de otras obligaciones, incluida la obtención de financiación adicional.
Las acciones de Azul suben tras el acuerdo
Tras la noticia, las acciones de Azul se dispararon alrededor de 15 % en la Bolsa de Valores de Nueva York, pero hacia la 1:00 p.m. de este martes se han ido regulando y aunque mantienen su crecimiento (11,44 % más) están en los US$3,56, muy por debajo del US$9,16 con que arrancaron 2024.
Azul llevaba algún tiempo en conversaciones con sus acreedores y otros actores de la industria para poder sanear sus obligaciones de deuda en el corto plazo y en ellas se contempló la posibilidad de declararse en quiebra, aunque era la opción que más intentó evitar.
En septiembre de este año, Fitch Ratings había rebajado la calificación de la aerolínea de B- a CCC, un hecho que reflejaba el mayor riesgo de financiación de la compañía y un perfil de caja más débil. Como esta, la reducción también se había dado por parte de Moody’s y S&P.