La tenencia de una mascota implica una gran responsabilidad, no solo en términos de convivenciav, especialmente en apartamentos dentro de conjuntos residenciales, sino también en lo referente al bienestar del animal.
Para garantizar una convivencia armoniosa con los vecinos, es fundamental considerar diversas situaciones que deben ser controladas en un entorno residencial. Estas disposiciones están establecidas en la Ley 1801 de 2016 y pueden complementarse con los reglamentos internos de cada propiedad horizontal.
Normas para la tenencia de mascotas en apartamentos dentro de conjuntos residenciales
Lo primero a considerar es la adecuada crianza y supervisión de la mascota, ya sea perro o gato. Está prohibido que los animales deambulen sin supervisión por las áreas comunes, pues esto puede generar molestias y posibles accidentes con otros residentes.
Es esencial que los perros sean llevados con correa en todo momento. Esta medida previene incidentes y evita conflictos entre vecinos. Además, en el caso de perros clasificados como de manejo especial, el uso de bozal es obligatorio. Esta norma se aplica incluso a aquellos animales que han sido entrenados. En caso de incumplimiento, el Código de Policía establece una sanción equivalente a 15 salarios mínimos diarios legales vigentes, lo que para 2025 representa una multa de $711.500.
Asimismo, está prohibido realizar entrenamientos de ejemplares en zonas residenciales, ya que esto puede afectar la tranquilidad del entorno y aumentar el riesgo de ataques a personas o a otras mascotas.
Otro aspecto clave de la tenencia responsable de mascotas en conjuntos residenciales es la recolección de sus excrementos. Este es uno de los problemas más recurrentes en las áreas comunes, especialmente cuando los dueños permiten que sus animales hagan sus necesidades en espacios públicos sin recoger los desechos.
En este sentido, tanto en propiedades horizontales como en espacios públicos, es obligación del propietario recoger las heces de su mascota. El Código Nacional de Policía, en su artículo 134, establece que el incumplimiento de esta norma conlleva una sanción de cuatro salarios mínimos diarios legales vigentes, lo que equivale a $189.800.
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Para cumplir con esta disposición, se recomienda llevar siempre una bolsa para recoger los desechos y depositarlos en un contenedor de basura orgánica, asegurándose de cerrarla correctamente. También está prohibido dejar basura dispersa en espacios públicos.
El cumplimiento de estas normas no solo garantiza una mejor convivencia entre vecinos, sino que también contribuye al bienestar de las mascotas y al mantenimiento de un entorno limpio y ordenado.
