La delegación del gobierno Petro ha manifestado su preocupación por los escasos avances en la mesa de diálogos con el ELN.
En una reciente carta, el gobierno instó al ELN a retomar las negociaciones para asegurar la renovación del cese al fuego, que vence la primera semana de agosto. «Se agota el tiempo para la renovación del cese al fuego», dice el comunicado.
El gobierno subraya que la renovación del cese al fuego «exige trabajos y discusiones detalladas» y ha reiterado al ELN la importancia de retomar las conversaciones para resolver, de manera bilateral y constructiva, las dificultades presentadas.
El llamado de atención coincide también con la visita del presidente Gustavo Petro al Consejo de Seguridad de la ONU, donde se presentó el informe trimestral de Carlos Ruiz Massieu, jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.
Entre los puntos que Massieu resaltó que estuvo «la situación en el departamento del Cauca, en el cual se ha visto un recrudecimiento de las afectaciones a la población civil generadas por los actores armados».
Y, respecto a la crisis de seguridad que vive el país, señaló que “las comunidades requieren de la implementación de garantías de seguridad previstas en el Acuerdo en un contexto de mayor presencia estatal», y que se complemente con la reducción de la violencia, en medios de los diálogos en curso entre el Gobierno nacional y otros grupos».
En qué están las negociaciones del Gobierno y el ELN?
La delegación alertó con preocupación que el proceso de paz está paralizado, afectando tanto los compromisos de participación de la sociedad civil en la construcción de paz como la preparación necesaria para la prórroga del cese al fuego.
Meses atrás, Antonio García, máximo comandante del ELN, ha calificado la situación actual como «un congelamiento».
La negociación de paz ha enfrentado varios episodios críticos, el más reciente en Nariño, donde los diálogos regionales llevaron a la separación del Frente Comuneros del Sur de la dirección nacional del ELN y la ruptura del acuerdo sobre el fin del secuestro.
Debido a estos conflictos, ambas partes no han sostenido un ciclo formal de negociaciones desde febrero.
Finalmente, la delegación del gobierno insistió en la necesidad de normalizar, preservar y fortalecer los diálogos a la mayor brevedad posible.
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