La Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), gremio de la industria de hidrocarburos en Colombia, se refiere al pronunciamiento hecho por el saliente contralor general de la República, Edgardo Maya, sobre los yacimientos no convencionales y la técnica del fracturamiento hidráulico (fracking).
En este comunicado, ACP se permite precisar a la opinión pública lo siguiente:
1. Es necesario diferenciar las etapas de exploración y explotación (producción) dentro de los proyectos de hidrocarburos. A diferencia de lo expresado por el Contralor General, en el país no existe ningún proyecto de yacimientos no convencionales en etapa de producción, por lo que no se entiende su solicitud de suspender la explotación de estos yacimientos con técnicas como el fracking.
2. Lo que se busca actualmente en Colombia es comprobar, a través de la fase exploratoria, si el país cuenta efectivamente con hidrocarburos en este tipo de yacimientos, lo que permitiría tomar las decisiones del caso sobre una posterior producción.
3. Es importante precisar que Colombia lleva cerca de 10 años en una moratoria de facto, teniendo en cuenta que no se han expedido las licencias ambientales para la exploración, a pesar de contar con los estudios de impacto, y un marco regulatorio estricto y robusto que recoge los más altos estándares a nivel internacional, resultado de un proceso de construcción de más de seis años por parte de las distintas entidades del Gobierno Nacional
4. Frente a las afirmaciones del Contralor, que señalan que las instituciones en el país no están preparadas para el control y el seguimiento a las actividades relacionadas con los yacimientos no convencionales, es lamentable que se desconozcan los avances en la institucionalidad colombiana, la cual se viene preparando desde hace una década en el fortalecimiento técnico para responder de manera coherente con las señales de política pública que ha expedido para atraer inversión, y está lista para avanzar en la fase exploratoria, al igual que se encuentra trabajando en un Plan de Alistamiento para la producción
5. También llama la atención el hecho de que una entidad cuya responsabilidad es la vigilancia de la gestión fiscal no reconozca la importancia macroeconómica del desarrollo de los yacimientos no convencionales para Colombia. El potencial de estas fuentes podría, al menos, triplicar las reservas actuales, garantizando la autosuficiencia energética, la sostenibilidad fiscal y la generación de recursos y empleo que apalanquen el desarrollo del país.
6. Reiteramos nuestra invitación para que ante la importancia del tema abordemos su discusión de una manera responsable, con el conocimiento, rigor técnico y académico que amerita. Entendemos las preocupaciones que este asunto puede generar en la opinión pública y la necesidad de aclarar las dudas que persisten; desde la industria somos los más interesados en ello.