Mariajosé Quiceno, presidenta del movimiento El Acoso Escolar Mata, escribió una sensible carta tras conocerse un fallo de la Corte Constitucional contra el Colegio Helvetia de Bogotá, el cual vulneró los derechos fundamentales a la vida, a la dignidad, a la integridad personal de su hijo en esta institución y con lo que también se genera un precedente en Colombia sobre el acoso escolar y el bullying.
Quiceno resaltó el siguiente escrito:
“Escribo esta carta tras leer en detalle el fallo de la Corte Constitucional, que luego de dos años de un largo proceso judicial, determinó que el Colegio Helvetia de Bogotá vulneró los derechos fundamentales a la vida, a la dignidad, a la integridad personal, a la salud y a la educación de nuestro hijo.
Un caso que no es aislado porque en Colombia tres de cada cinco niños y niñas sufren de acoso y ciberacoso de forma sistemática. Mientras los entes del Estado y las instituciones educativas guardan silencio.
La realidad es abrumadora: no saben identificarlo y mucho menos tienen las herramientas para la adecuada gestión de la ruta de protección. El acoso escolar mata y los niños se nos están muriendo en nuestras manos.
Así, mientras más de 220.000 menores mueren al año en el mundo, víctimas de acoso escolar, nuestro caso seguía siendo visto como un hecho aislado y tanto el colegio como los padres, que eran nuestros amigos, llegaron a catalogar nuestra denuncia como exagerada.
Porque en nuestra sociedad se premia el silencio y la víctima debe callar. Con toda la presión social encima, tomamos una decisión por todos los niños colombianos: continuar el proceso en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación.
La Corte Constitucional acaba de emitir el último fallo. Un símbolo con el que queremos invitar a que todos los niños y niñas aprendan a alzar su voz y nunca dejen que nadie les haga daño.
La sentencia es ejemplarizante, señala que en el Colegio Helvetia un niño:
1. Fue víctima de bullying y humillación, y que el Helvetia actuó de forma «pasiva, negligente e irracional».
2. Que los actos no fueron esporádicos, sino que hay pruebas suficientes de que fueron sistemáticos y que el colegio tuvo reacciones «pasivas y tibias».
3. Añadiendo que, el Colegio Helvetia actuó indebidamente al enmarcar las actuaciones como normales, sin trascendencia. La Corte señala que el Helvetia «no respondió de forma diligente, ni activamente a los indicios y pruebas contundentes que ameritaban iniciar las investigaciones de acoso».
4. La Corte evidenció que el colegio, en vez de proteger los derechos de nuestro menor, optó por justificar, con base en obstáculos legales y procedimentales, las razones para no cumplir con su deber constitucional. ¡Que dolor! ¿Así estamos educando?
5. Finalmente, la Corte cataloga como «insuficientes las acciones adelantadas por el colegio» para proteger de acoso a los niños en su entorno escolar.
A la fecha, el colegio solo reconoció que en su ambiente escolar hay «constantes faltas de respeto y bromas de mal gusto», justificación que la Corte determina como inaceptable.
Sí señores lectores, el acoso en todas sus formas empieza como broma de mal gusto y va escalando hasta salirse de las manos. La tarea es titánica. Los padres debemos empezar a trabajar desde nuestras casas en darle la vuelta a la forma como se están aprendiendo a relacionar nuestros niños. Sin excusarlos, lo que no está bien, no está bien.
Los padres de los estudiantes, a quienes conozco desde que tienen tres años y en ningún momento hemos acusado o individualizado, han señalado que construimos un caso de «supuesto acoso». ¡Qué equivocados están! De corazón, nuestra causa lo único que ha buscado es proteger a todos de una cultura que normaliza el acoso y los puede llevar a la muerte. Abran los ojos, la vida de sus hijos, así como la del mío, está en juego y entre todos nos podemos ayudar.
Nunca hemos denunciado a ninguno de los agresores, porque entendemos que el problema es sistémico y lo debe trabajar toda la comunidad escolar.
Hace solo dos meses los mismos niños del Helvetia, acompañados de alumnos de otro colegio francés, intimidaron a nuestro hijo hasta golpearlo señalando que, si no hacía que su mamá se callara, la próxima iba a ser más dura. ¿Dónde están los adultos? ¿Qué ha hecho el colegio para cambiar la cultura de violencia sobre la que se están educando en su institución? ¡Esto debe parar!
Este fallo de la Corte es un regalo para los niños y niñas colombianos, quiénes a partir de hoy tienen una sentencia constitucional que los ampara y les muestra el camino para denunciar y nunca quedarse callados.
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Directivas y docentes, clave leerlo y asegurar que tengan:
1. Capacitación a docentes, directivos, padres y estudiantes sobre acoso y ciberacoso. Sensibilizar es clave y cambiar los comportamientos es vital.
2. Respuesta real ante situaciones de acoso. Hay que activar la ruta de atención, investigar y proteger desde el primer minuto a la víctima.
En nuestro caso, la última medida que pide la Corte es la reparación integral, para restablecer la dignidad y la integridad de nuestro hijo. Qué difícil, el daño que nos han hecho como familia es irreparable, pero no pararemos para que no le hagan daño a ningún niño más. Porque #ElAcosoEscolarMata”.
