Durante el 2021, se registraron 5,3 millones de hectáreas sembradas, de las cuales se cosecharon 4,9 y se registró una producción total de 73,2 millones de toneladas; de las cuales 34,4 millones son alimentos.
Lo anterior, según las evaluaciones agropecuarias municipales, la base de información y conocimiento sobre la oferta productiva agropecuaria de los municipios del país, que desarrolla la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA). Vea más noticias empresariales
“La producción agrícola en el 2021 fue estable respecto al año 2020 en términos de toneladas producidas (–0,1 %); lo anterior, pese a las afectaciones para el sector por cuenta de los bloqueos y el paro nacional en los meses de abril y mayo, el prolongado periodo de lluvias en varias regiones que afectó los calendarios de siembra y cosecha, así como la contracción en el ingreso que afectó la caída en la demanda durante la pandemia”, explicó Felipe Fonseca Fino, director de la UPRA.
Agregó que “se presentó una leve reducción del –1,2 %, en las áreas sembradas, pues algunos productores se abstuvieron de sembrar o disminuyeron sus siembras por las condiciones agroclimáticas que obligaron a un aumento en los controles fitosanitarios y al aumento en insumos y otros costos de producción”.
Los cultivos de cereales y frutales fueron las especies de mayor área sembrada en el 2021; más del 70 % del total nacional.
Así mismo, se evidenciaron aumentos en las áreas sembradas de los principales cultivos permanentes como café, palma, caña y plátano. Sin embargo, en el caso de los cultivos transitorios como arroz, maíz, papa y yuca, las áreas cayeron 4 %.
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“La actividad agropecuaria se enfrentó a grandes retos durante el 2021, producto del incremento en los precios de las materias primas, así como en la tasa de cambio. Estas circunstancias han afectado la estructura de costos de producción en los diferentes sectores productivos, lo que ha tenido efectos negativos en los precios al consumidor y el ingreso de los productores. Sin embargo, se garantizó el abastecimiento de alimentos en nuestro país”, agregó Fonseca Fino.
Respecto a las cifras de producción, cultivos como algodón (28,2 %), aguacate (18,1 %), cacao (15,9 %), maíz tecnificado (6,7 %) y palma de aceite (7,3 %), fueron los que más crecieron durante el 2021.
De igual manera, en el caso del café y el arroz, se registraron caídas en la producción de 9,8 % y 7,8 %, respectivamente.
En general, durante el segundo semestre del año, se presentó una disminución en la producción de cultivos transitorios, lo anterior debido a precipitaciones altas y continuas que inundaron algunas regiones.
En el caso del café, el factor que más incidió en la caída de la producción fue el clima, principalmente en la zona central. En el caso del arroz, la disminución del área sembrada respondió a los bajos precios del grano, altos costos de producción y pérdidas de cosechas, principalmente en la región de La Mojana, por las lluvias. Respecto a la papa, en el segundo semestre hubo una caída en las siembras, impulsada por los bajos precios del producto en el primer semestre y los altos costos de producción.
Los aumentos en los inventarios porcinos y bovinos
Tras reponerse de los efectos del paro nacional y los bloqueos a mitad del 2021, que afectaron gran parte de las granjas porcícolas del país, los inventarios crecieron 12 %, teniendo en cuenta el total de animales en granja, según información entregada por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
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El sector avícola también creció de manera importante tras la recuperación de la demanda afectada durante la pandemia; el reporte de inventarios evidencia un crecimiento importante de aves, principalmente las de engorde, un factor que representa un aumento en la producción anual.
“La producción porcícola y avícola fueron las más afectadas durante las jornadas de paro nacional que se presentaron en el primer semestre del año; sin embargo, la reactivación de algunos sectores de la economía como el turismo, la gastronomía y el regreso a clases presenciales, entre otros factores, ofrecieron las condiciones necesarias para que en el 2021 se evidenciara un crecimiento satisfactorio, incluso con precios arriba de los registrados antes de la pandemia. Aunque más costoso, se garantizó el abastecimiento de alimentos y materias primas agropecuarias”, dijo Fonseca.
Debido al considerable aumento de las exportaciones de carne, principalmente ganado en pie hacia destinos del Medio Oriente y Asia, la ganadería bovina tuvo una caída de 1 % en la cantidad de animales del 2021 frente al 2020.
La atención está en el control que pueda realizarse de estas exportaciones, en función de que no afecten el pie de cría, lo que en el largo plazo puede generar una caída de mayor magnitud en el inventario y perjudicar los precios y el consumo nacional de esta proteína.
En lo relacionado con las fincas ganaderas, se registra un descenso mayor al inventario; una caída del 3 %. La caída se da principalmente en las fincas con menos de 50 cabezas, donde, entre un año y otro, se presentó un descenso en cerca de 23.000 cabezas.