La minera Collective Mining, que tiene operaciones de exploración minera en el departamento de Caldas (Colombia), lleva cuatro años en el país logrando varias perforaciones y descubrimientos significativos que muestran un nuevo potencial en minerales estratégicos: oro, cobre, plata y tungsteno en esa región del territorio colombiano.
Para entender más de cerca sus avances y planes, Valora Analitik visitó el proyecto de Collective en Marmato (Caldas) en donde conoció más detalles del descubrimiento insignia de la minera: Apolo. Así como de la generación de conocimiento geológico que la firma ha adelantado en esta zona del país.
Todo esto permitiendo consolidar un proyecto que aporte a comprender el comportamiento del subsuelo en esta región, a la reindustrialización, así como a la transición energética.
Es importante dejar por sentado que Collective Mining aún no es una iniciativa minera en producción, pues su enfoque actual se basa -como se ha explicado anteriormente- en la exploración: en determinar los potenciales de las áreas que les han sido asignadas para, posteriormente -en varios años-, empezar con la explotación de los minerales.
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La idea de la compañía es basarse en un modelo de ‘Minería Colectiva’ que le permita llevar a cabo un diálogo con sus grupos de interés, las comunidades que pertenecen a su área de influencia y en el diseño de acuerdos que permitan la puesta en marcha de cada una de las etapas del proyecto.
Aporte de Collective Mining al desarrollo geológico de Colombia
Es común asociar a la minería y al ciclo minero -propiamente dicho- a solo la explotación o producción de algún mineral. Pero lo cierto es que es un proceso lleno de pasos y etapas que permiten que un proyecto en este rubro se ejecute de la manera correcta.
De acuerdo con el vicepresidente de Exploración de Collective Mining, Carlos Ríos Restrepo, el ciclo minero es un círculo que arranca en la prospección, sigue de la mano con la exploración, luego pasa por una etapa de planeación, seguida de la construcción en la que se hacen diferentes montajes que permitan el siguiente paso que es la explotación (producción).
Posteriormente, y luego de muchos años de operaciones, el proyecto pasa por un cierre de mina e, incluso, podría volver a la misma exploración. Es por eso que la compañía se basa en seis pasos clave para sacar adelante su proyecto en Caldas:
- Conocimiento del territorio:
“Lo primero que tiene que pasar en el país es que tengamos conocimiento del territorio. Para esto es necesario tener titulación minera, poder acceder a las áreas donde se pueda evaluar qué hay”, describió Ríos Restrepo.
De esta manera, el experto relató que la prospección y exploración son las primeras fases del ejercicio minero.
“Uno, incluso, puede que explore y no pase nada. Pero lo que sí queda es una línea base socioeconómica y ambiental del territorio. La mejor avanzada que puede tener un país es la exploración: a veces, por sectores, hemos sido los primeros en hacer un censo, los primeros en preocuparnos por hacer un aforo en una quebrada, los primeros en preocuparnos por la calidad del agua en una vereda y todo esto se logra con la aproximación al territorio”, destacó el vicepresidente de Exploración de Collective Mining.
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- Cartografía:
En este paso, la compañía se encarga de hacer mapeos de la región en la que tiene influencia. Hasta marzo de 2024, Collective contaba con 8 Km2 de cartografía, 5.017 muestras de roca y 1.513 muestras de suelo. En este paso se pueden identificar qué riesgos ambientales hay.
- Geofísica:
Por medio de vehículos terrestres y aéreos con sensores se hacen imágenes diagnósticas (un símil es pensar en una tomografía del subsuelo), que sirven para delimitar acuíferos, fallas geológicas importantes y definición de conocimiento.
Todo esto adicional al potencial minero que exista en la zona. A marzo de este año, la empresa había estudiado 782 Km2 con geofísica aérea y terrestre.
- Perforación:
Que consta de una medición puntual de las características del subsuelo: la compañía ha hecho 64.000 metros de perforación en su proyecto en Marmato (Caldas).
- Pruebas de laboratorio:
De las muestras que se toman en los pasos anteriores, se seleccionan las que van al laboratorio para ser analizadas, conocer la calidad de las rocas, cómo están dispuestas y determinar qué tipo de minerales o elementos hay.
Collective Mining ha hecho 930 muestras de densidad, ocho pruebas de metalurgia, 12 de mineralogía avanzada y 48 de petrografía. Todo esto queda registrado en una litoteca.
- Equipo:
Collective cuenta con un equipo 100 % colombiano que “está generando valor y conocimiento”, indicó Carlos Ríos Restrepo.
Operaciones de Collective Mining en Colombia
En el área de exploración de la compañía, se ha logrado cubrir un 30 % en cuatro años y cuenta con la participación del 100 % en sus proyectos Guayabales y San Antonio (ubicados en Caldas).
Y cuenta con la ventaja de estar situado junto al proyecto de Aris Mining, que tiene varios millones de onzas en minerales y actualmente está en construcción. Además, las operaciones de Collective están sobre un distrito nunca consolidado hasta ahora pese a una historia minera de más de 500 años.
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En el ejercicio de perforación se está desarrollando el proyecto Apolo: “uno de los mejores descubrimientos de un sistema de pórfido brechado de oro, cobre, plata y tungsteno. Este es uno de los más importantes que ha pasado en Colombia en los últimos cinco a diez años”, precisó el geólogo experto.
“Fuimos identificando con esos suelos y las perforaciones, construimos un mapa y empezamos a encontrar que teníamos una zona en Apolo muy prospectiva que es donde empezamos a perforar. Durante esa campaña nos dimos cuenta de que ahí había un gran potencial en cobre”, precisó Ríos.
Agregó que “Apolo es nuestro proyecto estrella: tiene cobre, metales base como zinc y plomo, tiene plata y oro. Pero lo bueno es que dentro de nuestra zona no está solo Apolo, también está Trap y Olympus”.
¿Por qué no se ha acelerado del todo el proyecto Apolo para ya monetizarlo? Porque, de acuerdo con las indicaciones del vicepresidente de Exploración de Collective Mining, se está viendo que la zona es mucho más prospectiva de lo esperado. Pero, además, porque se presume que no será solo una zona, sino que habría varias más: algo así como un clúster.
“Queremos conocer bien nuestro territorio y título para explorarlo mejor y hacer bien el inventario. Collective tiene un proyecto que se llama Guayabales, dentro de ese proyecto, tiene varios targets: el más relevante es Apolo, pero hay un potencial para adicionarle otros más. Hay un polimetálico que nos gusta porque hace mucho más viable la iniciativa”, concluyó el ejecutivo.
