El más reciente Informe de Política Monetaria que elabora el equipo técnico del Banco de la República de Colombia da cuenta de cuáles pueden ser los riesgos más complejos de la inflación en los próximos meses y revisando las apuestas para el 2025.
Un punto positivo tiene en cuenta que el IPC continúa previendo la convergencia de la inflación hacia la meta del 3 %, en medio de una demanda débil.
Llama la atención que la inflación en Colombia tendrá una indexación menor de varios precios cuando se compara lo vivido en 2023, así como una persistencia de algunos de los factores que han explicado el descenso observado de la inflación.
“Con todo esto, los pronósticos de la inflación total y básica se situaron para finales de 2024 en un 5,5 % y 5,1 %, respectivamente, frente al 5,9% y 5,4 % en el Informe de enero”, dice el informe del equipo técnico del emisor.
Ahora, para el año 2025 la inflación en Colombia continuaría moderándose y se ubicaría en valores cercanos al 3 % para finales de ese año, dicen los técnicos del emisor.
Las otras apuestas sobre la inflación en Colombia
“Estas proyecciones continúan enfrentando una elevada incertidumbre e involucran riesgos importantes al alza asociados, entre otros, con el comportamiento futuro de la tasa de cambio”, explica el pronóstico.
Adicionalmente, por factores locales o externos también se estiman algunos riesgos para el IPC del país del próximo año.
Finalmente, el Informe explica que la inflación en Colombia podría ver algunas presiones de más con posibles ajustes represados en algunos servicios públicos y de transporte y con las condiciones climáticas, “las cuales también son fuente de incertidumbre para la canasta de alimentos”.
Sobre esto último, el gobierno del presidente Gustavo Petro ha dejado en claro que los procesos de ajustes sobre el comportamiento de los precios de los alimentos parecieran no seguir siendo un problema para el control del IPC.
Recomendado: Inflación Colombia: ¿Caerá a niveles no vistos hace dos años?
Al tiempo que los ajustes sobre el precio del ACPM tendrían efectos mínimos con las tarifas diferenciales que se piensan para los transportadores de alimentos, así como el transporte público de pasajeros.