*Por Fabio Galán Sánchez, presidente Acerías PazdelRío (Especial: Minerales estratégicos Colombia)
Buena parte del progreso y la soberanía de los países están determinados por su capacidad para aportar a la cadena global de abastecimiento. En especial, de aquellos insumos esenciales para el desarrollo.
De ahí que la minería sea un pilar fundamental en la búsqueda por hacer de Colombia una economía capaz de proveerse a sí misma, y partir de allí, suministrar al mundo parte de los recursos necesarios para la trasformación sostenible.
Según el informe ‘Minerals for Climate Action’ elaborado por el Banco Mundial (2019), se necesitarán más de 3.000 millones de toneladas de minerales y metales para desplegar la infraestructura necesaria para la generación, transporte y almacenamiento de la energía eólica, solar y geotérmica del futuro.
Poniendo así a la actividad minera como eje del desarrollo sostenible con el que todos soñamos.
Para Colombia esto encarna una oportunidad única. Pues según el mismo documento, este es uno de los trece países que más pueden aportar a la transición energética dado su alto potencial en el suministro de los minerales clave para ella.
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De ahí que la minería, aplicando la máxima de Darwin, haya venido adaptándose, buscando ser cada vez más sostenible, para evolucionar a la par con las metas del planeta.
Entre estos minerales trascendentales para el desarrollo están el carbón metalúrgico y el coque. Destacándose sobre este último que Colombia es el tercer mayor productor y exportador mundial. Posicionando al país como un actor clave dentro de la cadena de abastecimiento global.
Justamente, el acceso a estos insumos vitales y el desarrollo de la industria alrededor de ellos, es parte del legado construido por PazdelRío a lo largo de los últimos 75 años.
Generando, además, conocimiento y agregando valor social a partir de su transformación en el acero que ha hecho posible la construcción de grandes obras y que ha apoyado el sueño de millones hogares de tener casa propia.
Todo ello, siempre guiados bajo la premisa de ser eficientes, que no es nada distinto a hacer un uso responsable de nuestros recursos naturales. La eficiencia es la obsesión de toma organización, y en lo que concierne a los recursos naturales no hay excepción.
Ejemplo de ello son los Fertilizantes PazdelRío, los cuales son producidos bajo un modelo de economía circular en el que los minerales extraídos de la tierra vuelven a ella para hacerla más productiva. Aportando así al abastecimiento de otro insumo clave y esencial para el agro a partir de la actividad minera.
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La actividad minera es el primer paso para el fortalecimiento industrial del país, pues reindustrializar a Colombia es garantizar la producción nacional de los insumos para su desarrollo y para la transición energética.
De ahí que nuestro llamado sea a que, como país, asumamos un rol protagónico en pro de la sostenibilidad a partir del aprovechamiento responsable y eficiente de esos recursos con los que hemos sido privilegiados.
Ese ha de ser nuestro gran aporte, hacer de la minería bien hecha y responsable el cimiento del progreso y la evolución.
