El laboratorio británico, AstraZeneca, admitió por primera vez en documentos judiciales que su vacuna Covid podría provocar un efecto secundario poco común.
Esto en medio de la coyuntura de que la compañía está siendo demandada colectivamente por afirmaciones de que su inmunológico –desarrollado con la Universidad de Oxford- causó muerte y lesiones graves en decenas de casos.
De acuerdo con el medio Telegraph, el primer caso fue presentado en 2023 por Jamie Scott, quién quedó con una lesión cerebral permanente después de desarrollar un coágulo de sangre y una hemorragia en el cerebro que le impidió trabajar después de recibir la vacuna en abril de 2021.
“AstraZeneca impugna las afirmaciones, pero aceptó, en un documento legal presentado ante el Tribunal Superior en febrero, que su vacuna Covid puede, en casos muy raros, causar TTS”.
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El TTS es un síndrome de trombosis con trombocitopenia, que provoca que las personas tengan coágulos de sangre y un recuento bajo de plaquetas en sangre.
Las demandas contra AstraZeneca
En total, han sido 51 casos los que se han presentado ante el Tribunal Superior, y los afectados exigen por perjuicios un valor estimado de hasta 100 millones de libras esterlinas.
Cabe mencionar que los científicos identificaron por primera vez un vínculo entre la vacuna y una nueva enfermedad llamada trombocitopenia y trombosis inmunitarias inducidas por vacunas (VITT) “en marzo de 2021, poco después de que comenzara el lanzamiento de la vacuna Covid-19”.
Medios de comunicación aseguran que el Gobierno ha indemnizado a AstraZeneca contra cualquier acción legal pero hasta ahora se ha negado a intervenir.
“La compañía señala que la información del producto relacionada con la vacuna se actualizó en abril de 2021, con la aprobación del regulador del Reino Unido, para incluir la posibilidad de que la vacuna AstraZeneca-Oxford sea capaz, en casos muy raros, de ser un desencadenante de TST”, explicó Telegraph.
Entretanto, varios estudios independientes revelaron que la vacuna fue eficaz para abordar la pandemia, salvando más de seis millones de vidas en todo el mundo durante el primer año de su implementación.
Asimismo, la OMS (Organización Mundial de la Salud) relató que la vacuna era “segura y eficaz para todas las personas mayores de 18 años y que el efecto adverso que provocó la acción legal fue muy raro”.