El contexto de los pagos digitales y su perspectiva social y ambiental es una de las tendencias que revela en profundidad el XIII Informe de Minsait Payments sobre Tendencias en Medios de Pago, que la compañía de tecnología de pagos presenta todos los años y que constituye un punto de referencia para la industria de los pagos. Elaborado en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI), el informe recoge las opiniones de más de 4.800 personas internautas bancarizadas de España, Italia, Portugal, Reino Unido y Latinoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y República Dominicana).
El efectivo sigue perdiendo presencia
En esta edición, el informe muestra cómo se generaliza el uso de los pagos digitales en Latinoamérica, especialmente entre la población adulta bancarizada internauta siendo una mayoría en Colombia con el (57 % del total de bancarizados), México, Perú y Argentina que declara ser usuaria de medios de pago digitales desde hace tres años o menos.
Hoy en día, servicios como Nequi, Daviplata o Transfiya están ganando popularidad para pagos entre particulares (P2P). En el caso de Colombia esta modalidad ya iguala con 45 % a quienes prefieren el uso del efectivo.
En un mercado cada vez más marcado por la preocupación hacia la seguridad, el pago sin contacto (contactless) con tarjeta física es mayor en Europa que en Latinoamérica.
Colombia ya registra un 37 % de la población bancarizada optando de manera habitual por la opción digital en sus pagos y un 33 % que lo hace de manera ocasional. Entre los medios de pago más utilizados, vuelve a destacar la tarjeta de débito en todos los países analizados.
Hoy en día, alrededor del 80 % de la población bancarizada colombiana dispone de una tarjeta de débito para hacer sus pagos, y el 53,4 % afirma tener una tarjeta de crédito, cuyo uso es menor entre los usuarios. Un comportamiento casi similar al reportado en 2021 en el uso de las tarjetas de crédito que se puede vincular al contexto económico actual, donde la inflación y las altas tasas de interés animan a una utilización más cautelosa del crédito y abogan por la estabilidad y la reducción de deudas.
Se constata, además, un incremento de la tarjeta virtual que, hasta ahora, estaba principalmente asociada a la modalidad de prepago, y se amplía su aplicación a las tarjetas de crédito y débito. En Colombia 34 % de ciudadanos tienen una tarjeta débito virtual y 27 % dispone de una tarjeta de crédito virtual.
En operaciones como los pagos y compras online, el 74 % de los colombianos prefiere los pagos desde cuenta, siendo las transferencias la modalidad preferida con 33 %, seguido de la transferencia inmediata con 30 % y el débito directo con 11 %. En el mercado colombiano ya empiezan a ser utilizadas cada vez más las billeteras digitales, hoy el 6 % de los colombianos las usa de forma habitual. Las criptomonedas, en cambio, aún no toman fuerza como mecanismos atractivos de pago para ningún segmento de la población.
A diferencia de países como España, Brasil o Chile donde la preferencia de uso de dinero en efectivo para pagos en puntos de venta presenciales es superado por la tarjeta, en Colombia repunta en comparación con el año 2022, pasando de 39 % a 42 % en 2023, siendo el medio de pago preferido por los colombianos. Le sigue la preferencia por los pagos desde cuenta, así lo declara el 28 % de bancarizados, y la tarjeta (24 %). Según el Informe de Tendencias de Medios de Pago, para el 53 % de los agentes de la industria, de aquí a 2030 el dinero en efectivo será un método de pago complementario a los digitales.
Además, el informe revela que el banco se reafirma como la principal entidad proveedora de servicios financieros, pero el statu quo está cambiando en algunos países de Latinoamérica de la mano de los neobancos que incrementan su presencia y disputan la hegemonía bancaria en casos como el de Colombia donde ya eran muy relevantes. En el país uno de cada cuatro colombianos, es decir, el 25 % ya opera con ellos y lo considera como entidad financiera principal.
En este sentido, y con el fin de dar respuesta a las demandas de unos usuarios cada vez más digitales, desde Minsait Payments también constatan en su reporte la necesaria digitalización de los pagos en el punto de venta, sea cual sea este, como un clarísimo vector de crecimiento en el que concurren numerosas propuestas innovadoras sustentadas en la tecnología y en el tratamiento avanzado de los datos. El dinero en efectivo se mantiene en las pequeñas compras cotidianas, pero refleja un retroceso a favor de las opciones electrónicas.
José Pablo Gil, senior manager de Desarrollo de Negocio para la Región Andina en Minsait Payments, explicó a Valora Analitik que la clave del estudio para el país recae en que “particularmente Colombia entró a entender el mercado de servicios financieros y el uso de medios de pagos como una opción en su día a día”.
Agrega que en medio de este crecimiento, “lo que identifico es que hay un reto importante para el acceso a los servicios y sobre todo acercar a sitios y zonas apartadas y con servicios financieros informales. Es un proceso lento pero avanzamos, con los neobancos que han jugado un papel importante y todos sus servicios son por internet lo que permite hacer pagos por transferencias a comercios y pemiten una mayor capilaridad en pagos. Uno de cada cuatro colombianos tiene servicios con neobancos lo que refleja ese crecimiento”.
Destacado: Minsait Payments, la apuesta para medios de pago digitales en Colombia
Pagos transfronterizos y remesas
Entre los hábitos registrados, es especialmente destacado el avance de los pagos transfronterizos que, según refleja el estudio, se espera que alcancen los 250 billones de dólares a nivel global en 2027 (crecerán 100 billones de dólares en apenas una década). Pese a su crecimiento, este tipo de pagos entre países siguen siendo más lentos, costosos y opacos que los pagos domésticos y adolecen de ciertas fricciones aún por solucionar, como elevados costes, lentitud o falta de transparencia en los procedimientos.
Los expertos consultados por Minsait Payments estiman que las remesas son el flujo de pagos cotidianos con mayor capacidad de mejora gracias a la digitalización.
En 2021, del total de remesas enviadas a nivel global, los países del informe concentraron el 12,15 %, realizadas mayoritariamente desde Reino Unido (4,31 %, 33.000 millones de dólares), España (2,92 %, 22.000 millones de dólares) e Italia (2,61 %, 20.000 millones de dólares). Generalmente, tal y como se puede apreciar en el estudio, los países económicamente más desarrollados contribuyen más al ser receptores netos de migrantes.
Las remesas son una fuente esencial de ingresos en los países de la región de Latinoamérica, principalmente para hogares de rentas medias o bajas. En el año 2022, el flujo de remesas a estos países se incrementó a nivel mundial un 5 %. Según KNOMAD (Asociación Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo del Banco Mundial) el crecimiento más intenso en 2022 tuvo lugar, precisamente, en la región de Latinoamérica, y en particular en Colombia y México.
Lo que se demanda: inmediatez, seguridad y transparencia
El Informe de Minsait Payments identifica otras variables necesarias para el avance y crecimiento de la industria de los pagos en los próximos años. La inmediatez de las transferencias digitales más cotidianas es una premisa ineludible para el sector y un objetivo de política pública en prácticamente todos los países analizados, que sienta las bases para la inclusión financiera y la necesaria eficiencia en las operaciones, otra de las tendencias identificadas.
La seguridad, la facilidad de uso, la gratuidad y la rapidez, por ese orden, son los principales factores que determinan la elección de un medio de pago, recuerdan desde Minsait Payments, y el aumento de los riesgos y vulnerabilidades el mayor desafío que presenta el sector para los próximos cinco años según subraya la mitad de los agentes consultados. El estudio insiste por ello en el aumento de valores como la seguridad y abre una ventana de oportunidad para los servicios en la nube o la aplicación de inteligencia artificial en la prevención del fraude.
Un escenario de oportunidad en el que tendencias como el Open Finance avanzan, pero lo hacen condicionados por muchas de las limitaciones aún presentes. Según los analistas consultados en el Informe de Minsait Payments, las finanzas abiertas habrán de esperar a 2030 para convertirse en un verdadero estándar del mercado financiero, tanto en Europa como en Latinoamérica.
Hoy en día, la multibancarización, como paso previo, ya es superior en Latinoamérica que, en Europa, en Colombia la proporción de personas con más de una cuenta bancaria llega al 76 %.
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