El director de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME), Adrián Correa, destacó que el nivel de los embalses en Colombia fluctúa todo el año y su comportamiento tiene un seguimiento que se hace a través de la senda de referencia: “lo importante siempre es que estemos por encima de esa senda”.
Correa aseguró que este nivel tiene comportamientos variables todo el año, pues hay momentos en que se llega a un 34 %, otros en el 60 % y 80 %, pero lo importante, de acuerdo con el experto, es el panorama en el que esté situado el país en un tiempo determinado.
“Todos los años, exista o no el Fenómeno de El Niño, estas son épocas -inicio de año- en las que los embalses van en descenso: diciembre, enero, febrero y marzo son unas épocas en donde hay pocos aportes a los embalses por cuenta de las lluvias. Por lo tanto, su nivel útil desciende”, precisó el líder de la UPME.
Entre tanto, Adrián Correa manifestó que el país, aunque tiene bajos sus niveles de embalses, no está en momentos críticos hasta el momento, ya que aún está por encima de la senda de referencia.
“Estamos casi un 6 % por encima de esas líneas rojas y ese es el valor que debemos nosotros hacerle seguimiento”, precisó Correa. Vale mencionar que esa senda, como lo ha dicho Valora Analitik, en el pasado es de 27 %.
Recomendado: Ideam advierte por el nivel de algunos embalses en Colombia a cuenta del Fenómeno de El Niño
¿Qué pasa si el país tiene un nivel de embalses de 27 % o menos?
Como se dijo anteriormente, cuando el nivel de los embalses en Colombia llegue a 27 % se activarían mecanismos de alerta en términos de distribución de los recursos energéticos en el mediano plazo para poder atender la demanda de energía.
“De ahora, hasta final de mes, vamos a seguir viendo un descenso en los embalses, eso es completamente natural. Lo importante es estar por encima de la senda ya referenciada. Por el momento, para llegar a tocar ese nivel de alerta habría que estar desembalsando a unos ritmos de 0,7 % más o menos, lo cual es improbable”, precisó Adrián Correa de la UPME.
El experto explicó que el racionamiento es altamente improbable por tres elementos fundamentales:
- En el Fenómeno de El Niño anterior el país no tenía disponibilidad de gas natural a través de la inyección que existe hoy en día en Cartagena con SPEC. “Que le brinda respaldo al denominado grupo térmico, hoy sí lo tenemos”, indicó Adrián Correa.
- En 2016, Colombia no tenía la entrada en operación de proyectos de energías renovables como sucede en la actualidad. “Si bien no siguen el ritmo que quisiéramos, sí vienen entrando poco a poco a tal punto que, hoy en día, un poco más del 3 % de la energía total del país la estamos abasteciendo con plantas solares y es un número que va creciendo”, relató el vocero de la UPME.
- El país cuenta con niveles de coordinación clave, así como actualizaciones de los niveles útiles de los embalses que permiten dar cuenta de una situación que puede brindar seguridad.
Recomendado: Aumentan alertas por caída de nivel de embalses en Colombia; analistas explican la situación
“Eso es lo que hemos venido haciendo nosotros hace ya más de un año. Estas son las discusiones que entre el Gobierno Nacional, el sector, las empresas y el operador del Sistema Interconectado Nacional hemos tenido hace más de un año y que permitieron la definición de 42 medidas que fueron la hoja de ruta en 2023”, argumentó el director de la Unidad de Planeación Minero-Energética.
Entre las medidas, según Correa, hubo ajustes regulatorios, seguimientos, entrada de proyectos de generación y transmisión de energía.
“En esta etapa final de El Niño, tenemos unos niveles de confianza importantes, monitoreo constante, pero sentimos que hay disponibilidad para abastecer la demanda de manera segura y confiable”, afirmó Adrián Correa.
Ya para abril y los meses siguientes, en línea con las declaraciones del funcionario en Blu Radio, la senda del 27 % empezará a ir incrementando al mismo ritmo que los aportes empiezan a crecer y, por consiguiente, el nivel de los embalses.
“De acuerdo con lo informado por el Ideam, luego de El Niño, se estaría entrando a una etapa de neutralidad y luego a un Fenómeno de La Niña. Ahí ya nos vamos al otro lado ya que los fenómenos climáticos son cada vez más recuentes y extremos”, insistió Correa.
En Colombia hay altas vulnerabilidades respecto a los cambios climáticos, inclusive, vamos a pasar por un momento en el que habrá El Niño y La Niña en el mismo año.
“Ya en ese caso, el nivel de embalses empieza a subir y podremos empezar a ahorrar agua para el siguiente verano que será diciembre, enero y febrero”, precisó el líder de la UPME.
Hay que hacerles seguimiento…
Es válido aclarar que, aunque el nivel de embalses siga bajando, el Gobierno Nacional y los gremios de este sector han asegurado que está garantizada la energía para lo que queda de El Niño: ahora, las alertas radican en que los consumidores también deben hacer un uso responsable de los recursos.
Marco Vera, experto y analista de energía en Colombia, “sin duda hay que hacerle seguimiento al nivel de embalse agregado y en la regulación se establece una senda que define el estatuto de riesgo de desabastecimiento que, con unas simulaciones que hace XM -con series históricas de aportes de los ríos y niveles de embalses-, se construye esa curva proyectada de referencia que hace que se prendan las alarmas”.
Recomendado: Así han caído los embalses en Colombia en pleno El Niño: en enero bajaron a 55,79%
Para el experto, es muy importante el seguimiento a esos niveles. “Obviamente, es un nivel conservador que hace que se den las señales para que, en caso tal que no reaccione el mercado, la siguiente señal será el precio. Si los precios de bolsa no llegaran a reaccionar, se activa las medidas del estatuto de desabastecimiento -que es distinto al de racionamiento-”.
Según Vera, en esta etapa de El Niño -en línea con las predicciones de hidrología (los aportes de los ríos y los niveles de los embalses)- la preocupación del sector ha llevado a elevar las alertas, pues la pregunta sigue siendo sí Colombia podrá atender su demanda de energía de forma confiable hasta el fin del fenómeno.
“Lo que se tiene previsto es que hasta abril llegue la señal de El Niño, entonces, tenemos que aguantar hasta allá y hay que ver que, aunque los embalses lleguen a un punto crítico, habrá un respaldo como viene ocurriendo con las térmicas, que es el mecanismo que está previsto en línea con el cargo por confiabilidad”, manifestó el consultor.