La presidente de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), Natalia Gutiérrez, en medio de la coyuntura que vive Colombia por la oferta de energía y precios variables, aseguró que es necesario dar una mirada a los retos que tiene el sector para fortalecerlo.
“Si queremos hablar de tarifas de energía, primero, tenemos que hablar de balances de energía”, manifestó la líder gremial.
De acuerdo con Gutiérrez, en Colombia hay tres formas de darle viabilidad a los proyectos de energía:
- Mecanismo de subasta de Cargo por Confiabilidad (la más relevante por su historia, según Natalia Gutiérrez)
- Mecanismo de subastas de contratos de largo plazo
- Libre negociación de cantidades de energía entre generadores y comercializadores
“Tenemos cifras que debemos revisar detenidamente y que muestran que desarrollar un proyecto en Colombia hoy se ha vuelto una odisea”, manifestó la experta.
Relató que se han desarrollado seis subastas de Cargo por Confiabilidad, incluyendo dos de GPPS -que son proyectos con una duración mucho más larga- y tres subastas de contratos de largo plazo con adjudicaciones en dos de ellas.
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En este punto, Gutiérrez dio parte de cifras alarmantes y que preocupan al sector energético colombiano: el caso de las subastas de confiabilidad se sabe que se han asignado 4,2 gigavatios (GW) firme, de los cuales han perdido el cargo casi 1,4 gigas.
Esto significa que 6 megavatios (MW) de cada 10 MW consiguen entrar en operación dentro de los plazos otorgados por la regulación. “Visto de otra manera, tenemos una tasa de éxito, por subasta, menor al 65 %”, indicó la líder gremial.
En cuanto a las subastas de los contratos a largo plazo, la presidente de Acolgen manifestó que ninguno de los proyectos ha entrado en operación comercial.
“Tenemos el 62 % de energía de la segunda subasta en pruebas y de la primera no tenemos ninguna”, ratificó la vocera de la Asociación.
Baja entrada en operación de nuevos proyectos de energía en Colombia
Así las cosas, las cifras no son alentadoras y es que, según XM, de los megavatios nuevos esperados para 2021 -que son 1,8 GW- ingresó tan solo el 7 %.
En 2022, cuando se esperaban 3,6 GW, solo ingresó el 28 % y, ya para 2023, los datos siguen en decrecimiento, pues de 6,6 GW solo entraron en operación comercial 1,1 GW; es decir, solo un 17 % de lo que se esperaba al inicio del año.
“Si hacemos un zoom de lo que pasó en 2023, encontramos algo que resulta bastante contradictorio, pues en un mundo en el que vemos que los proyectos solares y eólicos son los que más rápido deben ingresar, por sus tiempos de construcción -y por todo el apoyo político que reciben-, los datos nos están mostrando lo contrario”, aseguró Gutiérrez.
En consecuencia, de 4,5 GW solares esperados ingresó menos del 5 % y de 1 GW de energía eólica no ha entrado algo de ésta.
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Ahora bien, las cifras toman un giro desde el punto de vista de la energía hidráulica y térmica: por el lado de los proyectos hidráulicos ingresó el 93 % de las iniciativas y de los térmicos ingresó el 85 % de lo contemplado.
“Pero, así las cosas, tenemos demoras en ingreso de los proyectos las cuales afectan la disponibilidad de energía en un mercado que, de por sí, se encuentra bastante estrecho. Tal y como Acolgen lo ha venido advirtiendo desde hace más de tres años”, subrayó Natalia Gutiérrez.
Agregó que “a esto se suman las señales de política pública que parecieran querer renunciar a grandes proyectos hidroeléctricos y térmicos, olvidando que son justo estas tecnologías las que permitirán que entre más energía solar y eólica”.
Además, apuntó que es necesario recordar que “son precisamente estas tecnologías las que nos han garantizado confiabilidad de suministro de energía durante los últimos 30 años: es decir, energía 24 horas al día siete días a la semana”.
Para la líder de Acolgen, el país aún está a tiempo de tomar acciones que lo saquen del aprieto energético y dirigirse a un mercado con mayor oferta de energía eléctrica.