El Fondo Monetario Internacional (FMI) reveló su más reciente informe sobre Colombia en el que decidió recortar su previsión de crecimiento del PIB, además de advertir que las tasas se deben bajar con cautela y que hay riesgos fiscales para el Gobierno Nacional.
Se estima de parte del FMI que el crecimiento del PIB real se ha desacelerado al 1,2 % en 2023 desde los altos niveles insostenibles posteriores a la pandemia, impulsado por una desaceleración de la demanda interna.
Mientras tanto, la inflación ha caído desde su máximo del 13,3 % (a/a) en marzo pasado al 8,4 % (a/a) en enero de este año, a pesar de los efectos del aumento significativo pero necesario de los precios regulados.
Los analistas del Fondo prevén que la economía continúe con esta tendencia en 2024 antes de alcanzar su potencial a mediano plazo.
Revelaron un recorte en su estimación de crecimiento del PIB real para 2024 y ahora esperan que crezca 1,3 % (antes 2 %) a medida que las políticas macroeconómicas se normalicen gradualmente.
Prevé además que el déficit en cuenta corriente aumente ligeramente en 2024 hasta alrededor del 3,25 % del PIB, principalmente debido a una recuperación de las importaciones, y converja gradualmente hasta alrededor del 3,75 % por ciento del PIB en los años siguientes, financiado en gran medida por inversión extranjera directa.
A mediano plazo, se proyecta desde el FMI que el crecimiento del PIB real converja al 3 por ciento, respaldado también por proyectos de infraestructura a gran escala, una mayor recuperación de la inversión privada y las ganancias económicas derivadas de la integración de los migrantes venezolanos.
Persisten los riesgos para Colombia
Si bien los riesgos han disminuido, el FMI dijo que “todavía existen más riesgos a la baja para la economía”.
Esos riesgos para la economía global se han moderado, aunque siguen siendo elevados. Una intensificación de las tensiones geopolíticas en todo el mundo podría endurecer aún más las condiciones financieras globales, alterar las cadenas de suministro y elevar los precios mundiales de los alimentos, lo que afectaría negativamente las perspectivas de crecimiento de Colombia y aumentaría las presiones inflacionarias.
A nivel interno, indicó que un fenómeno de El Niño más fuerte de lo esperado también podría obstaculizar la actividad económica y aumentar la inflación. Una demanda privada más débil de lo esperado debido a condiciones financieras más estrictas y/o un mercado laboral más débil también plantea riesgos a la baja para el crecimiento.
Tanteando esos riesgos, el FMI considera que la “normalización de la política monetaria debería continuar con cautela”.
A pesar de las mejoras señaladas anteriormente, la inflación sigue muy por encima de la de sus pares y ha mostrado más persistencia de lo esperado, incluso después de considerar el impacto de los encomiables ajustes de precios regulados, dijo en su informe.
“A medida que la inflación y las expectativas de inflación disminuyen, ajustar la tasa de política de manera dependiente de los datos, con el objetivo de llevar la inflación firmemente al objetivo del 3 por ciento para mediados de 2025, lograría un buen equilibrio entre salvaguardar la actividad económica y la credibilidad de las políticas”, indica el organismo.
Mayor riesgo fiscal
Dentro de la declaración del FMI se advierte que “los aumentos previstos en el déficit y la deuda generales este año plantean riesgos fiscales”.
El Plan Financiero para 2024 publicado recientemente por el Gobierno Petro apunta a una mejora del saldo primario neto estructural de 1,2 puntos porcentuales, según la Regla Fiscal, lo que representa una postura fiscal adecuadamente contractiva en el balance del Gobierno Central ayudando a reducir de manera duradera los desequilibrios restantes.
Dicho esto, el FMI citó que el déficit general aumente al 5,3 % del PIB y la deuda al 57 por ciento del PIB en 2024, ya que los costos de endeudamiento siguen siendo altos.
Además, el plan prevé alrededor de 1 punto porcentual del PIB más en gastos primarios, con el nivel de déficit fijado una vez más en el límite de la regla fiscal según el cálculo del Ministerio.
“El plan supone ganancias ambiciosas, pero inciertas a partir de mejoras en la administración tributaria y resoluciones más rápidas de los arbitrajes tributarios. Si los ingresos no cumplieran con las expectativas, sería necesario reducir los planes de gasto, como se hizo en 2023, para cumplir con la Regla Fiscal”, concluyó.
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