Valora Analitik habló con Citigroup en sus oficinas de Nueva York con el fin de conocer su visión para la economía colombiana en el año 2024.
El director de análisis para América Latina en Citi, Esteban Tamayo, dijo en la entrevista que tiene un pronóstico “un poco más optimista que el mercado” para el crecimiento de la economía de Colombia en el año 2023.
Su previsión es 1,2 % con base en indicadores de más alta frecuencia que muestran que la desaceleración siguió en los últimos dos meses del año.
“La razón por la cual tenemos un pronóstico un poco más alto que el mercado es porque algo que hemos visto durante todo el año es que con la desaceleración de la demanda doméstica se está viendo un ajuste muy fuerte en importaciones y, al caer las importaciones eso hace que la parte externa del PIB compense”, explicó.
Recordó que, dentro del dato del PIB para el tercer trimestre de 2023, por ejemplo, el crecimiento interno fue de -6,5 %, mientras que el consumo más la inversión más el gasto mostraron una caída del 6,8 % caída anual.
Sin embargo, Tamayo le dijo en Nueva York a Rodrigo Torres, director de Valora Analitik, que el PIB no cayó en ese periodo porque “no hubo un choque tan fuerte ya que el sector externo vio una caída de 22 % de las importaciones con unas exportaciones todavía positivas”.
Entonces, considera el experto, que eso debe llevar todavía a un buen ajuste en la parte de la cuenta corriente de la balanza de pagos.
Con eso de base, estima una caída fuerte de la demanda doméstica compensada por el sector externo vía menores importaciones.
¿Ve Citi posibilidad de recesión en Colombia?
Definitivamente es una posibilidad, dijo el analista de Citi.
En sus proyecciones tiene incluida una caída del PIB en Colombia, pero no dos.
Sin embargo, dijo que existe la posibilidad de que una recesión se dé a principio del año 2024.
Recomendado: Fundación Citi destinará US$25 millones para combatir la falta de vivienda
Tamayo sentenció que el crecimiento o la actividad van a estar por debajo de su potencial a partir de este primer trimestre del año y que va a mantenerse por debajo del potencial durante todo el 2024 e, incluso, hasta entrando al 2025.
Esa es la parte baja del ciclo económico colombiano, dijo. “Y vamos a estar en la parte baja del ciclo económico durante casi todo el 2024, incluso con un crecimiento que es un poco mayor de 1,5 %.
Pero, incluso, con ese aumento leve de 1,2 % a 1,5 % en crecimiento entre 2023 y 2024, “el nivel de la actividad económica estará por debajo de su potencial este año. Entonces en ese sentido podemos hablar de una desaceleración”.
Técnicamente dos trimestres de crecimiento negativo puede que no se vean, pero sí se va a sentir una actividad económica interna bien floja, agregó.
Esteban Tamayo, quien integraba el equipo de analistas en Citibank en Colombia y ahora está radicado en Estados Unidos, consideró que para la economía colombiana se viene un repunte de crecimiento jalonado en gran parte por un rebote de la inversión.
“La inversión va a caer 20 % más en el 2023. Y en el 2024, digamos que después de esa caída de la inversión, viene un rebote. Es relativamente fácil, entre comillas, por el efecto base”, añadió.
En la entrevista dijo que desde una base estadística baja, crecer no necesita un impulso muy fuerte.
¿De dónde viene ese repunte de inversión?
Muy poco de la política monetaria del Banco de la República, dijo, porque apenas empezó a bajar las tasas de interés.
“Eso no se debe sentir en el 2024. Pero algo que probablemente vamos a discutir más adelante es que este es un año en el que las expectativas de cambios fuertes en legislación son mucho más moderadas que el año pasado. El año pasado estuvimos en vilo sobre las reformas durante todo el año”, advirtió.
Y consideró que algunos inversionistas internacionales e incluso locales que pospusieron sus inversiones el año pasado pueden considerar que ya el ambiente no es uno de gran cambio institucional y, por ende, algo de inversión puede empezar a fluir.
“Si pensamos en materia de expectativas, pensando en un 2025 donde ya las tasas van a estar un poco más bajas, pueden empezar a soltarse un poco los flujos de inversión”, pronosticó.
Inflación por debajo del 5 % en 2024
En varios discursos tanto el presidente de Colombia, Gustavo Petro, como su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, han dicho que prevén una inflación bajando al 5 % en el año 2024
Al respecto, Esteban Tamayo dijo: “Estoy bien optimista en inflación porque hay varios elementos que explican gran parte de la inflación al cierre del 2023. Las rentas, los alquileres, que es casi 20 % del IPC. sabemos que hay un ajuste a la inflación causada. Entonces, durante todo el 2023, los contratos venían ajustándose al 13,1 % del 2022. Sin embargo, la transmisión no es uno a uno. El crecimiento del alquiler no fue de 13 % en el 2023, fue menor. Entonces, hay una indexación imperfecta”.
Cuando nos movemos al 2024, explicó, tenemos de entrada una inflación un poco menor, 9,2 % que sorprendió al mercado a la baja y estuvo muy en línea con sus expectativas en Citi.
Pero cuando estamos con la actividad desacelerada y por debajo de su potencial, hay más incentivos de renegociar contratos o de buscar un alquiler menor, dijo el experto.
En su concepto, es posible que las rentas suelten un poco más en el 2024 y que la indexación sea un poco menor.
En ese segmento de rentas y servicios asociados a los arriendos, Tamayo dijo que el fenómeno de El Niño no ha tenido tanto impacto, pero el año pasado sí tuvo impacto un poco, como prevención sobre precios de energía.
Y señaló un elemento particular en noviembre, precios altos de la energía en la costa Caribe, que, a su vez, elevaron los precios al final del año. “Eso debe ser pasajero”, sentenció.
Y este año 2024, con el fin de El Niño, las proyecciones de la Agencia de Clima de Estados Unidos, es que el fenómeno será fuerte hasta marzo, siendo mejor fuerte y pasajero frente a las estimaciones anteriores de que llegaría hasta junio.
Posiblemente, dijo, podemos ver precios de la energía ajustarse y lo otro es, este mes, en enero, acaban ya los ajustes de precios de la gasolina, que eso fue un gran elemento de inflación que limitó la caída de la inflación el año pasado.
Precisamente, el ministro Bonilla dijo en días pasados que la gasolina no subirá más y que quedará atada al comportamiento de los precios internacionales del petróleo.
Así mismo, Esteban Tamayo citó al presidente Petro en cuanto a que han dado señales de que los incrementos del ACPM (diésel) no se van a dar al nivel que se propuso el año pasado.
En ese sentido, el propio ministro Bonilla dijo que el aumento en el ACPM este año deberá esperar varios meses mientras se hacen mesas de negociación con el sector transportador.
Eso generaría, según Tamayo de Citi, una inflación que tiene menos lastre para caer en el 2024.
Dicho eso, un comentario que lanzó es que el riesgo de un paro camionero puede ser, en caso de manifestarse, más inflacionario que el propio incremento de precios del diésel.
Dijo que, independiente de la razón por la cual se mantengan los precios del diésel relativamente bajos para temas inflacionarios, es fiscalmente no deseable por el impacto que los subsidios tienen en las cuentas del Gobierno Nacional.
Expectativas de inflación, a la baja
“Me atrevo a decir que las expectativas del mercado se van a empezar a mover hacia abajo un poco más, ya que se hagan nuevos pronósticos. Para el 2024 y con alimentos siendo una razón importante de esa caída”, anticipó Tamayo en la entrevista con Valora Analitik en su oficina en Nueva York.
El ministro (Bonilla) recientemente dijo que, de no subir los precios del diésel, el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) este año que se acumularía, más no necesariamente se pagaría, sería muy parecido al del año pasado, del orden de $16 billones.
Sobre ello y su efecto en las expectativas de inflación del mercado en general dijo: “nosotros tenemos una expectativa de que el precio del petróleo baje durante el año, terminando por encima de US$70-US$75 el barril”.
Y, con el precio del petróleo internacional relativamente estable, la otra variable de ajuste son los precios del diésel.
“Entonces, si no hay ajuste de precios del diésel, tendríamos durante el 2024 la causación de un déficit de FEPC parecida a la del 2023”, dijo.
Considera que un factor relevante para las expectativas de inflación de los analistas será que el Gobierno Petro haga un menor ritmo o posponga algunos meses el alza del ACPM. “Creo que un punto medio es deseable. Lo óptimo sería subir los precios si no hubiera un riesgo de un choque adicional. El ministro ya dijo que en enero no, y en febrero tampoco.
Tasas de interés, bajando más
“Nosotros (en Citi) creemos que efectivamente sí hay espacio para bajar las tasas de interés, especialmente ahora en el primer trimestre. Algo que deberíamos ver, aunque son los meses donde usualmente la inflación es más alta por temas de ajuste al salario mínimo, los ajustes iniciales a la inflación observada, gastos de colegios que son en febrero, usualmente son estos tres primeros meses del año donde vemos las inflaciones mensuales más altas en todo el año”, explicó el analista para América Latina.
Sin embargo, dijo que esos incrementos el año pasado fueron tan grandes que la inflación anual debe caer más o menos un punto porcentual por mes ahora este primer trimestre del año.
Entonces, del 9,2 % al que cerró la inflación en Colomba en diciembre de 2023 deberíamos ver el índice alrededor de 8,3 %-8,4 % para enero y de 7,4 % para febrero.
Desde el punto de vista, dijo, si descontamos las tasas del Banco de la República con inflación observada, “la tasa real va a aumentar fuerte” y, si la descontamos con inflación esperada, un año hacia adelante, ya per se estamos hablando de una tasa real de casi 8 %”.
Aclaró que eso pasa “cuando la actividad está por debajo de su potencial y las tasas todavía son bien contractivas”.
“Ya viene un periodo que incluso con la inflación un poco por encima de la meta, con las expectativas donde está, hay espacio para recortar. Nosotros, entonces, para este año estamos esperando que el Banco de la República baje tasas hasta 8,50 % al cierre del 2024 desde el 13 % actual”, reveló Tamayo.
Cree que en enero la Junta del banco central de Colombia baje las tasas en 50 puntos básicos hasta 12,50 %, pero “si no es en enero, sería en febrero”.
Considera el analista de Citi que hay espacio para esa aceleración, especialmente porque la inflación observada debe empezar a caer más fuerte.
Hace un mes, en entrevista con Valora Analitik, el ministro Bonilla dijo que prevé un diferencial entre la inflación y las tasas del BanRep de alrededor de 300 puntos.
Tamayo dijo que, si la inflación para el cierre de 2024 es 4,4 % versus el 8,50 % estimado por él para las tasas del banco central, es un diferencial de 400 puntos básicos.
Entonces, dijo, si lo que dice el ministro es cierto y la inflación que yo espero es cierta, las tasas se podrían recortar más.
“Mi proyección es 8,50% (para las tasas) para el año entrante y pueden seguir bajando ya en 25 puntos base. Y hasta dónde lleguen dependerá de lo que pase con la Fed de la cual esperamos que recorte 100 básicos este año más hacia la segunda mitad del año, hemos tenido uno de los calls más hawkish en Wall Street”, agregó.
Dijo que no prevé que el Banco de la República de Colombia haga recortes de 100 puntos básicos este año, para que eso se dé tendrá que presentarse una caída en la inflación mucho más fuerte de la que todos estamos esperando y que las expectativas respondan casi que a la par.
“Nosotros creemos que es muy temprano un recorte en marzo por parte de la Fed. La Junta (del BanRep) debe tener más certeza que las tasas de interés internacionales también se van a ajustar”, añadió.
Escenario política diluido
“Por el lado de inversión, creo que se notó fuertemente el año pasado con una caída de la inversión privada. Claro, eso también estuvo atado a las tasas de interés altas del Banco de la República que desincentivan la inversión, pero la caída fue notoriamente fuerte, entonces hay un componente ahí de ruido político”, dijo Tamayo en Nueva York.
Agregó: “Cuando empezamos a ver que las reformas se posponen o se empiezan a diluir, que la reforma de salud no avanza, que a la reforma de pensiones se le agrega al nuevo fondo de inversión posiblemente en renta fija, que incluso ese fondo puede ser administrado por un privado, pero que se vio esa dilución”.
En ese momento, mediados de 2022, los TES estaban en 15 %, pero narró que esos títulos de deuda del Gobierno de Colombia empezaron a bajar en tasas a medida que los inversionistas extranjeros volvían a comprar y con eso se vio una entrada de dólares importante el año pasado que causó un elemento adicional y es que, al entrar dólares tan rápido al país, la curva forward de dólar se empinó, entonces eso hizo que el premio por invertir en pesos, incluso en corto plazo, fuera alto.
En su opinión, eso incentivó más la inversión en pesos, un retorno que mientras que no fue totalmente por temas políticos ese fue uno de los catalizadores.
“Me atrevo a decir que el ruido político pasó, sí hay algunas reformas en la agenda, pero con probabilidades de aprobación mucho menores y tenemos las elecciones pasadas que nos muestran que el país ha cambiado un poco su preferencia política, por lo menos no hay un apoyo tan fuerte a la agenda del Gobierno de turno”, aseguró.
Sobre la reforma laboral, dijo que no cree que tenga mucha tracción y ahora con los anuncios de una nueva reforma tributaria es difícil saber si esto tendría una atracción importante o no en el Congreso.
Dólar espera elecciones en EE. UU.
Hay un tema particular que señaló Esteban Tamayo, las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Dijo que ese evento genera que el dólar tenga volatilidad en un escenario de un gobierno republicano que reduzca impuestos y potencialmente pueda llevar a un mayor crecimiento que generaría fortaleza en el dólar, mientras la Fed va bajando tasas.
Advirtió que el solo hecho de la Fed empiece a bajar las tasas de interés debería generar flujos de inversión hacia los mercados de emergentes.
Para el cierre del año deberíamos ver un poco más de apreciación de la actual en el dólar, concluyó.