El Gobierno del presidente Gustavo Petro alista un decreto para declarar desastre natural debido a los incendios causados por el fenómeno de El Niño.
La finalidad del decreto será facilitar los recursos necesarios para atender la emergencia climática.
“Se advirtió a alcaldes salientes y entrantes la gravedad del fenómeno del niño que el IDEAM marcaba”, escribió Petro en su cuenta de X.
De acuerdo con el mandatario los municipios, en su mayoría, son incapaces para hacer los planes de ordenamiento y los proyectos, tampoco tienen capacidad de generar sus propios planes de mitigación del riesgo climático.
Por ende, será la Nación quien tome este papel. “El plan de la Nación de apoyar con agua las decenas de municipios hoy sin agua está funcionando. Hasta ahora hemos apagado centenares de incendios y la capacidad de compra de cosechas y su guardado esta también funcionando correctamente”, añadió el presidente.
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Colombia, en medio de incendios
La directora del Ideam, Ghisliane Echeverry aclaró en Caracol Radio que son 952 municipios en riesgo de incendio este miércoles.
“Hoy amanecemos con el número más alto con alerta de amenaza por incendios con 952 municipios en algún tipo de alerta; 586 de ellos en alerta roja. Lo que está ocurriendo este año es que estamos rompiendo récords de temperaturas, no lo hemos vivido en años anteriores ni siquiera en años de El Niño”, dijo la directora.
Otro problema es el estrés hídrico, la alerta sobre deslizamientos de tierra que continúa en el litoral pacífico.
“Como hicimos con la época de inundaciones habrá un decreto para desastre natural con el fin de mover recursos. Si la capacidad instalada no es suficiente se pedirá ayuda internacional”, anunció el presidente.
El presidente también señala su compromiso de liderar una iniciativa, llevar a cabo un estudio sobre la calidad de las aguas subterráneas. Este estudio se implementará con el objetivo de fortalecer las capacidades de adaptación del país.
El presidente destaca la importancia de esta acción, ya que el país necesita mejorar significativamente su capacidad de adaptación, especialmente ante las crecientes crisis climáticas.
Hasta ahora, la gestión de riesgos ha estado rezagada en comparación con otras áreas, y solo algunas ciudades fuertes, como Bogotá, han logrado avances reales en este aspecto. Sin embargo, la realidad apunta a que la gestión de riesgos se convertirá en una necesidad prioritaria para el bienestar de la población, especialmente dada la creciente gravedad de las crisis climáticas.
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