La megavía que busca conectar a Cartagena y Barranquilla 100 % en doble calzada, y que hace parte de Autopistas del Caribe, sigue en alto riesgo por no poder iniciar su etapa de construcción.
El proyecto ya va para dos años y medio de haberse adjudicado, pero no ha podido comenzar con las grandes intervenciones, por cuenta de diversos factores.
En particular, la no operación del peaje de Turbaco -a las afueras de la capital de Bolívar- tiene en jaque a la nueva megavía entre Cartagena y Barranquilla.
Cálculos del Gobierno señalan que, por lo anterior, se han dejado de recaudar unos $100.000 millones. Y si bien estos recursos han sido reconocidos al concesionario, no le han permitido enviar un mensaje claro a los inversionistas para poner sus dineros en el megaproyecto.
Megavía Cartagena – Barranquilla está en riesgo
En plata blanca, esto ha llevado a que la nueva megavía entre Cartagena y Barranquilla no haya logrado su cierre financiero, es decir, no ha concretado el capital para avanzar con sus obras.
Sin este trámite, los contratistas no podrán pasar a la fase de construcción, motivo por el cual aseguran que es clave retomar el cobro total del peaje de Turbaco.
Sumado a lo anterior, están a la expectativa de que puedan instalar un nuevo peaje en la megavía, pero esta vez ubicado en el sector de Arroyo de Piedra.
Para esto, Autopistas del Caribe ya avanza en la compra de predios donde quedarían instaladas las casetas, con el fin de estar preparados para cuando se les dé luz verde para ello.
Con esto en mente, el concesionario considera que este año será crucial para definir su futuro y así evitar el riesgo en el que se encuentra la nueva megavía entre Cartagena y Barranquilla.
“El primer semestre del 2024 es crucial para resolver toda esta problemática en especial en nuestro proyecto, pero yo considero en todos los demás proyectos, que también están impactados”, dijo a Valora Analitik el gerente de la concesión, Ernesto Carvajal.
Autopistas del Caribe define su futuro en 2024
La razón para dar esta afirmación está en que, en febrero de este año, se vence el plazo para no cobrar el peaje Turbaco a categorías uno y dos, es decir, vehículos particulares, que corresponden al 80 % de los que pasan por este corredor.
Además, a partir de abril, se tendría que dar luz verde para poner en marcha la caseta de Arroyo de Piedra.
La esperanza de las empresas a cargo del corredor (KMA, Grupo Ortiz y H+era) está en que ambos frentes puedan reactivarse y, con esto, lograr su cierre financiero.
Si todo sale bien, la nueva megavía entre Cartagena y Barranquilla podría arrancar con su fase de construcción y así conectar a ambas ciudades 100 % en doble calzada.
Eso sin contar con que se podrá avanzar con las inversiones previstas por más de $4 billones y la generación de puestos de trabajo, que se estima en más de 4.000 directos y 2.700 indirectos.