Uno de los primeros anuncios que hizo Federico Gutiérrez, después de ser elegido alcalde, fue nombrar a José Manuel Restrepo como parte de su equipo de empalme en Medellín. El exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA acompañó, durante dos meses, el proceso en el que Gutiérrez recibió la alcaldía ocupada, por casi cuatro años, por Daniel Quintero.
Durante ese tiempo, Gutiérrez dio a conocer lo que calificó como situaciones graves para la ciudad. Por ejemplo, alertó sobre un hueco fiscal de $3,2 billones entre déficit y desfinanciación en varias entidades. Estas incluyen al Hospital General de Medellín, la principal clínica pública de la ciudad.
Luego de tomar posesión, Gutiérrez también anunció que José Manuel Restrepo llegará a la Junta Directiva de Ruta N. Esta entidad se dedica a promover la innovación y los negocios en Medellín y, durante el cuatrienio pasado, estuvo rodeada de escándalos de posible corrupción.
Ante esta coyuntura, Valora Analitik entrevistó a José Manuel Restrepo sobre los hallazgos fiscales en el empalme en Medellín. También sobre su perspectiva frente a lo que viene para Medellín y sobre la posibilidad de profundizar la descentralización, como lo han pedido varias voces en la ciudad.
¿Cómo fue el empalme? En las últimas semanas el alcalde Federico Gutiérrez alertó opacidad en temas, déficit en entidades, ¿qué encontraron ustedes?
Lo que yo veo es que el alcalde Gutiérrez fue claro en lo que encontró en el sentido de que hay déficits y faltantes de recursos muy significativos en entidades que tienen servicios básicos para la gente. Pero creo que en general está absolutamente claro es que la realidad fiscal está profundamente deteriorada. Medellín afectó sus finanzas públicas
¿Por qué la realidad fiscal está en ese estado?
La situación fiscal la relaciono directamente con una cantidad de recursos que no se cuentan, que no se señalaron desde el primer momento, que implican déficits en algunas de las entidades. Es decir, pudo haber exceso de gasto o falta de prevención en los presupuestos.
A su juicio ¿qué se debe hacer para mejorar esa realidad fiscal?
Implicará un desafío para la administración, en el sentido que debe solucionar las carencias o déficits y tendrá que lograr resultados con esas entidades. El desafío de gestión pública es doble, es más complejo. Supone hacer un esfuerzo por sanear los gastos en las entidades y, simultáneamente, mostrar resultados en las necesidades de los ciudadanos.
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Usted llegará a la Junta Directiva de Ruta N, ¿en qué está esta entidad?
Lo que alcanzo a percibir es un profundo debilitamiento de lo que es hoy a lo que fue hace más de cuatro años. Es una entidad muy valiosa en la construcción de la innovación y del emprendimiento. Ha tenido errores en su gestión, también falta de visión.
El camino que ha dado el alcalde Federico Gutiérrez es convertirla en ese gran espacio de competitividad de Antioquia. Y tiene que ser el ejemplo para Colombia y América Latina de cómo Medellín fortalece su capacidad de internacionalización. Y también es la esperanza de fortalecer la relación pública y privada.
¿Cómo se consolidará la relación entre lo público, lo privado y la academia en Medellín?
Se refleja en cosas sencillas, pero dicientes, como que en el comité de empalme participamos los rectores de la Universidad de Antioquia, la UPB y la EIA. Lo que siento es un compromiso por el futuro y por la visión que se está construyendo, y un sector privado comprometido con eso mismo. Acá se están construyendo de nuevo los hilos de la institucionalidad entre el sector público local y departamental, el sector privado y la academia. Ese ha sido históricamente el gran activo de Antioquia, articular todos los actores alrededor de un propósito común, que se debilitó en estos cuatro años.
Vimos la decisión del Gobierno Petro de quitar la autoridad minera del departamento. ¿Cómo harán dos gobiernos locales para dialogar con un gobierno que marca distancia con los que no son afines a él?
Antioquia ha tenido recursos muy importantes y ha logrado resultados, independiente de los gobiernos nacionales. Esa relación tiene que ser en el marco de la Constitución, de la ley y de los procesos de descentralización que hay en el país. En el respeto a esa institucionalidad está la salida para el gobierno de Antioquia y para el de Medellín. No deja de ser desafiante, pero para eso están las instituciones y el principio de descentralización, que está desde 1991.
¿Cómo ve la propuesta hecha por el nuevo gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, para profundizar la descentralización fiscal?
Esa discusión hay que hacerla en el marco del respeto a la vocación de una Nación, a la realidad fiscal del país, a las necesidades de los territorios y al hecho de que la descentralización es un activo que se puede profundizar. Incluso, el Gobierno Nacional ha hecho misiones sobre el tema de desarrollo territorial, el presidente del Congreso ha planteado fórmulas para profundizarla y el Plan de Desarrollo contempla una referencia directa a esto. Hay que aprovechar el momento para encontrar el mejor camino.